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España se la juega a cara o cruz para mantener vivo el sueño

EFE

La selección española se enfrentará hoy a Chile, el rival de más enjundia y potencial del grupo de la primera fase, en el estadio Loftus Versfeld de Pretoria, con el pase a los octavos de final en juego en una auténtica y casi dramática final.

El partido es, de forma prematura, antes de lo previsto, a cara o cruz, en la estrecha línea que marca la continuidad de un sueño de gloria o la consumación de una nueva decepción mundialista.

Aunque las combinaciones y las opciones son numerosas, para ambos y para Suiza y Honduras, a España solamente le interesa una para pasar de ronda: la victoria.

Un triunfo garantiza la presencia del equipo de Vicente del Bosque en los octavos, aunque también le podría valer un empate y hasta una derrota dependiendo de lo que ocurra en el duelo helvético-hondureño. Estas últimas cábalas, no obstante, no figuran en el diccionario de España.

Mientras tanto, a Chile, que ha causado una más que grata impresión en los dos primeros encuentros mundialistas, le basta con un empate para sellar el pase.

La inesperada derrota hispana en Durban ante Suiza en el estreno ha 'revuelto' el grupo H. De haber ganado el cuadro de Del Bosque, las dos 'rojas' (España jugará con camiseta azul y pantalones y medias blancas) tendrían el billete de octavos en la mano y se jugarían 'tan solo' la primera plaza, cuestión que luego puede tener su trascendencia según cómo se resuelva el grupo G entre Brasil y Portugal.

Nadie en la delegación española quiere pensar ahora en el cruce. Tras pasar la prueba ante Honduras (2-0) con una actuación no muy brillante y en la que los pupilos de Del Bosque volvieron a malograr numerosísimas ocasiones, solo hay miradas para esta nueva final.

La exigencia es muy superior, la que presenta el bien armado, correoso y ambicioso conjunto del argentino Marcelo Bielsa, que ha conseguido formar un bloque que lucha por ser una de las revelaciones del torneo.

España nunca ha perdido ante Chile, pero tampoco lo había hecho frente a Suiza y los de Ottmar Hitzfeld se encargaron de hacer historia. La selección española, necesidad obliga, necesita reencontrar esa magia que la otorgaron el papel de favorita del que parece haberse alejado.

Vicente del Bosque recupera para el envite a uno de los 'magos', Andrés Iniesta, reservado ante Honduras tras retirarse contra Suiza por un golpe. El barcelonista es pieza básica en su esquema.

Del Bosque asegura que nunca se ha alejado del modelo, del estilo de toque, de fútbol asociación y combinativo, que encumbró al equipo. El regreso de Iniesta, en detrimento de Jesús Navas garantiza de nuevo la apuesta contundente por reencontrar, junto a Xavi, el juego que aún no ha aparecido en Sudáfrica.

La necesidad de victoria, sin atender a las otras combinaciones, mantendrá en el 'once' a Fernando Torres junto a David Villa, bigoleador ante Honduras, para abrir la lata del equipo chileno. El asturiano volverá a partir desde la izquierda.

También acude con alguna opción de ser titular Álvaro Arbeloa para la banda izquierda a la vista del potencial de Alexis Sánchez. Del Bosque confía en el madridista en su faceta defensiva porque además está destacando en los entrenamientos. Joan Capdevila, si se decide por esta opción, sería el sacrificado.

Chile, doce años después de su última aparición mundialista, vuelve a estar en situación de clasificarse para los octavos de final. En Francia'98 lo hizo tras empatar, de forma discreta, los tres partidos de la fase de grupos. En esta ocasión, puede lograrlo brillantemente con un pleno histórico de victorias.

Hacía 48 años que Chile no ganaba un partido de la fase final. Fue en junio de 1962, en Santiago, ante la extinta Unión Soviética (2-1) y en el Mundial del que él era anfitrión. En Sudáfrica, y de la mano de Marcelo Bielsa, rompió ese maleficio en su debut ante Honduras (0-1) y volvió a lograr el triunfo por la mínima frente a Suiza, lo que le coloca en una buena situación.

Bielsa no podrá contar con Carlos Carmona, el hombre que da equilibrio al centro del campo desde su posición de pivote defensivo. Tampoco con el ex villarrealense Matías Fernández, el jugador que hace de enganche entre la media y los puntas y que se encarga de ejecutar todas las jugadas a balón parado. Ambos cumplen ciclo de amonestaciones y Marco Estrada y Jorge Valdivia se perfilan como sus sustitutos.

El técnico argentino de Chile utilizó un ofensivo 3-4-3 para tumbar al muro Suizo, pero ante España renunciará a la defensa de tres centrales y volverá a formar con una línea de cuatro.

Aunque desde la concentración chilena se ha insistido una y otra vez en que el equipo no va a renunciar a su estilo ofensivo, lo cierto es que Bielsa ha probado en los últimos días -siempre a puerta cerrada- numerosas variantes defensivas para neutralizar el juego de posesión y toque de los de Vicente del Bosque.

Al argentino le preocupa especialmente lo que puedan hacer Villa o Iniesta, por eso podría reforzar el flanco derecho de la zaga, adelantado a Mauricio Isla, un lateral, al centro del campo, y desplazando a Medel del eje de la defensa a la banda derecha.

Por el ala izquierda Jean Beausejour retrasaría su posición para ayudar en la medular y dejaría su plaza en el extremo izquierdo a Mark González, el héroe ante Suiza al marcar el gol de la victoria.

Alexis Sánchez, por la derecha, y Valdivia, como falso '9' completarían la punta de ataque, lo que provocaría que Humberto Suazo, el goleador del equipo, empezara el partido en el banquillo.

Alineaciones probables:

Chile: Bravo; Medel, Ponce, Jara, Vidal, Estrada, Isla, Beausejour, Alexis Sánchez, Valdivia y Mark González.

España: Iker Casillas, Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Iniesta, Xavi, Villa y Torres.

Árbitro: Marco Rodríguez (MEX).

Campo: Estadio Loftus Versfeld de Pretoria.

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