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España quiere tener más peso

Zapatero pelea por lograr mayor presencia en el FMI, aunque Washington se resiste

ANA PARDO DE VERA

España ya está de facto en el G-20 -no es miembro oficial, pero se le trata como si lo fuera-, pero quiere más: el puesto que le corresponde en la gobernanza mundial que surja de la crisis económica.

El siguiente paso son las instituciones financieras internacionales, las cuales, según señaló ayer la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, están llamadas a cumplir un 'papel extraordinario' para evitar que se repita una crisis como la actual. Por eso, ayer, la delegación del Gobierno que ha viajado a Pittsburgh (Pennsylvania) a la Cumbre del G-20 llevó allí su batalla por que España adquiera más peso en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

España ya logró un puesto en el Foro de Estabilidad Financiera, un organismo que en la anterior cumbre de Londres, en abril, consiguió ampliar sus competencias supervisoras y pasó a llamarse Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, en sus siglas en inglés). Ya en ese momento se inició la tarea para lograr más presencia en el FMI.

El Ejecutivo considera que España está infrarrepresentada en el organismo internacional, pues, frente a un PIB equivalente al 2,6% de la economía mundial (unos 1,6 billones de dólares en 2008), su poder de voto en el Fondo no llega al 1,4%. Por ello, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó en rueda de prensa al final de la cumbre que 'la reforma del FMI, que debe culminar a finales de 2010, nos deberá dar un mayor peso en este organismo'.

Pero 'no lo tenemos nada fácil', como reconocía una fuente del Ejecutivo antes de que se conociese el documento de conclusiones de la cumbre, que incluye la reforma del 'mandato, misión y gobernanza del FMI'. Sin embargo, el presidente español sí se mostró optimista ante los medios y aseguró que, aunque no hay un compromiso del G-20 para dar a España el peso que le corresponde en el Fondo, está seguro de que 'el Ministerio de Economía hará un buen trabajo y lo conseguirá'.

Las pretensiones del jefe del Ejecutivo no tienen el respaldo de Washington, que sí se inclina por un aumento de peso de los países emergentes (Brasil, China o India) en el FMI, en particular, y en la gobernanza mundial, en general, como demuestra su inclinación por el G-20 en detrimento del G-8. Estos países se oponen a que España refuerce su papel en el FMI por la excesiva presencia europea, algo que también contraría a Washington.

Actualmente, los países de la UE designan diez de las 24 sillas del Fondo y EEUU pidió sin éxito a la representación europea del G-20 que cediera un puesto. España comparte silla en el FMI con México y otros países latinoamericanos.

El presidente del Gobierno, como había anunciado, centró su participación en la cumbre del G-20 en la lucha contra el cambio climático. Para Zapatero, la próxima reunión de Copenhague será 'una cita histórica' que concede a los países la oportunidad de crear 'un nuevo modelo energético, con más empleo; un empleo más estable y sostenible'.

Zapatero pidió al secretario genera de la ONU y al presidente de EEUU que 'ejerzan su liderazgo en este tema' y pidió 'un acuerdo para financiar las energías renovables'. Barack Obama, que recogió el testigo del español reclamó una reunión en noviembre, previa a la de Copenhague para 'fijar compromisos'.

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