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Una España renovada y racial presentó su fe en lograr un segundo título

EFE

En 2005 la selección española de balonmano conquistó su primer y ansiado título mundial en Túnez y hoy, casi cuatro años después y con un puñado notable de caras nuevas, presentó en Pinto (Madrid) sus credenciales para repetir ese éxito en Croacia, a partir del próximo sábado.

La actualidad del balonmano español viene marcada por los cambios, desde los obrados en el equipo nacional hasta los efectuados en el seno de la Federación.

Si hasta hace un año, y desde el oro de Túnez, la selección se presentaba en las alfombras rojas del Hotel Ritz de la capital, las urgencias, el descenso en el patrocinio y un nuevo punto de vista más pragmático han trasladado la presentación de credenciales hasta Pinto, próximo a la nueva fábrica de juego que ahora dirige Valero Rivera.

El maño Rivera, de 55 años, parece por su espíritu un joven que empieza de nuevo, aunque sobre sus espaldas pesan los más de 20 años y 70 títulos con el FC Barcelona. Rivera emprende su segunda aventura como seleccionador (quinto en el Mundial de Suecia'93), aunque la primera fue fugaz y sin abandonar la disciplina barcelonista.

"Mi respuesta afirmativa al presidente Juan de Dios Román para dirigir a España fue inmediata, porque la ilusión era máxima. Cuatro años descansando y he cogido el encargo con la mayor de las ilusiones. No tengo ahora mismo otra mayor", declaró Rivera en el acto de presentación.

Sobre los jugadores que el técnico ha convocado para Croacia 2009, Rivera comentó: "El comportamiento, la actitud y la forma de entregarse ha sido sensacional. Vamos a ir a por todo. Pensamos en este Mundial, y los Juegos al final del ciclo. Pase lo que pase, al menos queremos que todos estén orgullosos de lo que el equipo ha hecho en la pista".

Para Román, elegido nuevo presidente federativo, la presentación fue "un acto de urgencia".

"Se funden en el tiempo la nueva federación y la programación urgentísima y apretada de la selección, además de reunir a los grupos de empresas que nos apoyan", dijo el nuevo presidente del balonmano español.

"Iniciamos un camino en el que el tiempo no permite respirar.Los jugadores han tenido una semana de entrenamiento y casi sin poder descansar van a iniciar su aventura, enorme e ilusionante", añadió.

David Barrufet, el capitán que reconsideró su retirada a petición expresa del nuevo seleccionador, aseguró que su equipo "lo dará todo". "Nos dejaremos la piel", enfatizó.

Junto al equipo estuvieron presentes en el acto responsables de los tres patrocinadores principales, con la novedad de Extremadura, que se une a Renfe y Helvetia.

Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, presidió el acto, y en su alocución elogió la sabiduría de Valero Rivera.

"Valero ha sido inteligente. Ha formado un equipo renovado, con mezcla de veteranos y jóvenes. Gracias a Barrufet por reconsiderar su postura. Él ya sabía que España iba a hacer un buen papel", destacó Lissavetzky.

El presidente del COE, Alejandro Blanco, ensalzó a los jugadores del equipo nacional y aseguró que "el equipo nacional tiene una medalla olímpica en ilusión, que es lo que se respira aquí". "Siempre me ha impresionado vuestro compromiso", reiteró.

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