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El espíritu de Gatsby, a la venta en la Costa Azul

Javier Alonso / EFE

El espíritu del Gran Gatsby, la película que abre el Festival de Cannes en la versión protagonizada por Leonardo di Caprio, pervive en la lujosa villa que perteneció a Scott Fitzgerald y que está ahora en venta en la Costa Azul.

La espectacular casa en la que vivió Fitzgerald y su esposa, Zelda, en la que el autor estadounidense escribió Tender is the night y que figuró en la cubierta de alguna edición de la que muchos consideran la mejor obra del autor estadounidense, resume el glamour asociado con el Gatsby cinematográfico de Robert Redford y ahora, Di Caprio. 'Refleja con mucha fidelidad el espíritu de aquel período', explica Maria McLean, de la firma Sotheby's International Realty, que gestiona la venta de la Villa Picolette, con un precio de 27,5 millones de euros (unos 35 millones de dólares).

a casa pertenece en la actualidad a una 'empresa alemana', de la que McLean no dio detalles por deseo de los propietarios, que han conservado en la propiedad reproducciones de fotografías de Fitzgerald, que vivió en la villa entre 1922 y 1924. 'Lo más destacado es su situación, en alto y cerca de la playa, uno puede llegar por mar a la casa', explicó McLean, quien no obstante aseguró que no es un museo, es 'un hogar para una familia', con una renovación que ha devuelto al lugar el esplendor de los 'locos años veinte'.

Está en la misma costa, la que los anglosajones denominan como french riviera', en la que la 'generación perdida' estadounidense eligió refugiarse para escapar de las normas que limitaban sus ansias de disfrutar de la vida y que vio pasar, además de a los Fitzgerald, a Somerset Maugham, Coco Chanel, Salvador Dalí o Jean Cocteau, por citar solo a algunos. La casa fue descrita en Tender is the night al comienzo de la novela como la villa 'amplia, orgullosa y rosada', con palmeras que refrescaban su fachada y ante la cual se extiende una 'playa deslumbrante'.Con siete dormitorios, varias terrazas en las que Fitzgerald solía organizar fiestas que recordaban a las que el 'gran Gatsby' daba en su propiedad de Long Island y una piscina de un azul profundo como la costa en la que se enclava, la villa es una de las muchas que hacen de esta parte del Mediterráneo francés un ejemplo del máximo lujo.


Villa Picolette mantiene, según la empresa que le busca comprador, 'toda la elegancia y sofisticación del período del Art Déco, aunque adaptada a la vida del siglo XXI'. La casa se sitúa en ese tramo del Mediterráneo al que se le denomina 'bahía de los multimillonarios', en el Cap d'Antibes y próximo a Cannes donde ha comenzado el festival cinematográfico que lleva el nombre de esta ciudad balneario.Es la zona en la que eligen alojarse las estrellas del cine que acuden estos días a Cannes cuando quieren estar lo suficientemente próximos a La Croisette pero no tanto como para estar asediados por la prensa internacional.

Los alrededores de la ciudad del festival están salpicados de mansiones y villas con vastos jardines y playas privadas, a las que de vez en cuando la prensa internacional que acude al evento cinematográfico se le permite acceder para entrevistar a alguna de las estrellas del séptimo arte.

Es el caso por ejemplo del exclusivo palacete que es ahora un hotel de lujo, el Hôtel du Cap-Eden-Roc, en el propio cabo de Antibes y donde se celebra habitualmente la gala benéfica para recaudar fondos contra el sida y que este año volverá a tener como presentadora de lujo a la actriz estadounidense Sharon Stone. Este hotel construido como mansión privada pero pronto convertido en alojamiento turístico para los más privilegiados también guarda una estrecha relación con Fitzgerald, quien lo inmortalizó como el Hôtel des Étrangers en 'Tender is the night'.

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