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Estudiantes no encuentra a Lofton

Oliver se enreda en el último tiro y los valencianos se meten en semifinales

M. A.

Se presentó en Madrid con un acento cerrado y una promesa. 'He venido a jugarme el último tiro', aseguró Lofton. Ávido de una muñeca impulsiva y de garantías, Estudiantes le fichó con el curso iniciado para saber gestionar situaciones de crisis. Encuentros en los que el éxito y el fracaso se discriminan por un giro de muñeca. Un último tiro que, en ocasiones, no encuentra a su verdadero ejecutor. Porque el balón en el que se enredó Oliver, ese que ofrecía la opción mínima de la prórroga, no encontró a Lofton. Lo intentó el norteamericano, sin éxito, en la acción anterior. Tras una discutida canasta de Rafa Martínez, otro especialista en el tiro de gracia, que abrió las semifinales para el Valencia.

Hasta entonces, el partido había descubierto el potencial de Caner-Medley (24 puntos, 8 rebotes y 28 puntos de valoración), la estabilidad de Jasen cuando Estudiantes andaba perdido (17-8, min. 6), el atrevimiento de Claver, el liderazgo de De Colo y el apetito de Perovic.

Una amalgama de propuestas que sólo permitían tímidas ventajas (35-30, min. 18), hasta que el Valencia encontró la grieta en la zona del Estudiantes. Un parcial de 9-2 enseñó la primera señal de alarma (53-47, min. 28). Fue el momento de Lofton. Con dos triples, Estudiantes llevó el partido al intercambio de canastas. Incluso gozó de una ventaja (70-73, min. 39) que Lofton emborronó con un campo atrás.

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