ETA reivindicó el miércoles una decena de atentados, entre ellos el que en septiembre acabó con la vida de un militar en Santoña, Cantabria, y manifestó en un comunicado su determinación de continuar luchando.

La banda también se atribuyó los atentados de la denominada "campaña de verano" en varias localidades de Málaga, contra la Caja Vital en Vitoria y contra una comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa, Vizcaya, y la explosión de un coche bomba en la Universidad de Navarra la semana pasada, entre otros.

El pasado 22 de septiembre, el brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz falleció al explotar un coche bomba cerca de unas instalaciones militares donde se encontraba de vacaciones junto a su familia, era el tercer ataque en 24 horas.

En el texto, enviado en euskera al diario Gara, ETA recuerda que está a punto de cumplir 50 años y que continuará luchando "mientras los derechos de Euskal Herria no sean reconocidos y respetados".

La banda armada, que oficialmente puso fin a un alto el fuego en junio de 2007 que incumplió con el atentado de Barajas en diciembre de 2006, dice que nos se quedará "cruzada de brazos ante el ataque terrorista global a Euskal Herria".

ETA afirma que obligará al Gobierno a negociar de nuevo con ellos.

"Se sentarán de nuevo. Les haremos sentarse de nuevo para reconocer los derechos de Euskal Herria de una vez por todas", dice el texto.

Los atentados de Ondarroa y Navarra podrían haber causado una masacre, según las autoridades. En la localidad vasca los autores lanzaron cócteles molotov para atraer a los erztainas antes de que explotara la bomba y en Navarra una llamada a la DYA en Álava alertó de la colocación de un coche bomba en un campus universitario, pero no especificó dónde.

Un día antes del atentado contra la universidad la Policía Nacional detuvo a cuatro presuntos miembros de la banda que estaban preparados para atentar en la comunidad foral.