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La Eurocámara da un masivo respaldo al Tratado de Lisboa

EFE

El Parlamento Europeo aprobó hoy por amplia mayoría un dictamen favorable al Tratado de Lisboa, la nueva base legal que regirá a las instituciones de la Unión Europea y que reemplaza a la fallida Constitución.

Los grandes grupos políticos dejaron patente su respaldo a un informe que obtuvo 525 votos a favor, 115 en contra y 29 abstenciones, mientras algunos euroescépticos exhibieron su rechazo disfrazados de gallina, para ilustrar la cobardía que muestran a su juicio los gobiernos europeos al no someter el texto a referéndum.

El dictamen parlamentario, que no es jurídicamente vinculante, destaca que el nuevo Tratado racionaliza el funcionamiento de las instituciones, las hace más "democráticas" -en particular, aumentando el poder del Parlamento-, y blinda los derechos de los ciudadanos.

Celebra, entre otras cosas, el refuerzo de las competencias del Alto Representante de la Política Exterior, la creación de un presidente permanente del Consejo Europeo, la introducción de un nuevo sistema de voto o la promulgación de la Carta de Derechos Fundamentales.

Pero lamenta las exenciones obtenidas por el Reino Unido y Polonia, así como la renuncia al "enfoque constitucional" del proyecto original, que consagraba la bandera y el himno europeos y definía al Alto Representante como "Ministro de Exteriores" de la UE.

"El Tratado de Lisboa no es el Tratado constitucional. Hemos tenido que abandonar muchas ambiciones y yo lo lamento. Pero creo que lo esencial de la Constitución está en el Tratado de Lisboa", explicó el español del Partido Popular Europeo Iñigo Méndez de Vigo, coautor del dictamen junto al laborista británico Richard Corbett.

El Tratado "responde a los miedos de quienes piensan que estamos construyendo una especie de superestado", aseguró por su parte Corbett, respondiendo a las críticas de quienes exigen al Gobierno británico de Gordon Brown que someta el nuevo texto a referéndum.

Uno de ellos es el eurodiputado del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) Nigel Farage, quien afirmó hoy que el Tratado es "idéntico" a la Constitución y llamó "gallinas" a quienes se oponen a someter su ratificación a las urnas.

Farage y una decena de diputados de extrema derecha asistieron al voto ataviados con camisetas amarillas con el lema "¿demasiado gallina para un referéndum?" y pancartas pidiendo un referéndum, mientras tres ayudantes suyos trataban sin éxito de entrar en el hemiciclo disfrazados de ave de corral.

Además de euroescépticos y extrema derecha, también se opone al Tratado el grupo Izquierda Unitaria Europea, que cree que abre la puerta a una Europa militarista y reclama también un referéndum.

Hasta el momento, cinco Estados, todos por vía parlamentaria, han ratificado ya el nuevo Tratado, incluida Francia, que, junto a Holanda, rechazó en referéndum el fallido proyecto constitucional y generó así una profunda crisis política en la Unión Europea.

Sólo Irlanda prevé someter a las urnas la ratificación.

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