La Comisión Europea (CE) alertó hoy a España sobre el posible incremento de las personas desempleadas en situación de pobreza, entre otros riesgos derivados de la actual crisis económica internacional.

En su informe anual sobre Protección e Integración Social, el Ejecutivo comunitario advierte a España de que el constante aumento del paro 'podría incidir seriamente' en la proporción de personas desempleadas en situación de pobreza, que ya alcanzaba el 37% en 2007 antes de la crisis.

El documento presentado hoy constituye una 'fotografía de la situación social' antes del impacto de la crisis financiera internacional y fue elaborado para 'detectar aquellos sectores de la población más vulnerables', según explicó el director de Protección Social e Integración de la CE, Jerome Vignon, en rueda de prensa. 'La crisis pondrá a prueba los sistemas de protección social de los Estados', reconoció el responsable comunitario.

Los grupos más expuestos a este riesgo son los niños, en un 24%, y los ancianos, en un 28%

El informe señala que el índice general de la población española en riesgo de pobreza sigue siendo alto -un 24% antes y un 20,7% después de recibir ayudas sociales, según datos de 2007- 'a pesar de un progreso global económico y del mercado laboral en estos últimos años'. Los grupos más expuestos a este riesgo son los niños, en un 24%, y los ancianos, en un 28%, porcentaje que se eleva hasta el 30% en el caso de las mujeres.

Como solución a estos problemas, la CE sugiere 'romper el ciclo de transmisión de la pobreza de generación a generación', en particular reduciendo la elevada tasa de abandono escolar, que en España fue del 31,0% en 2007, el doble de la media comunitaria. España también deberá 'intensificar los esfuerzos para promover la inclusión activa de los grupos vulnerables', como los ancianos, los inmigrantes, los jóvenes, la población gitana y las personas con discapacidad, según el informe.

El Ejecutivo comunitario sugiere a España que supervise la futura viabilidad de su sistema de pensiones

Asimismo, el Ejecutivo comunitario sugiere a España que supervise la futura viabilidad de su sistema de pensiones para hacer frente al envejecimiento de la población y ante las perspectivas de recesión económica. El 17% de la población española es mayor de 65 años y las proyecciones estadísticas prevén un aumento significativo del coeficiente de dependencia de la tercera edad, que pasará del 24,4% en 2010 al 58,7% en 2050.

El documento reconoce que las medidas ya tomadas por el Gobierno español han logrado aumentar el nivel de vida de los pensionistas, han mejorado las condiciones de acceso a las pensiones y han alentado a 'más gente a trabajar durante más tiempo'. No obstante, serán necesarias más reformas en los próximos años, ya que se prevé que las tendencias demográficas y el deterioro de la coyuntura económica se traduzcan en 'un aumento de la presión sobre la Hacienda', continúa el texto.

El documento será objeto de debate en el Consejo de Empleo y Asuntos Sociales que los ministros de la Unión Europea celebrarán el próximo lunes en Bruselas.