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Europa mejora legislación sobre refugios para barcos a la deriva

Reuters

Los barcos en dificultades deben ser conducidos a un refugio por un organismo especialmente designado para ello, según acordó el miércoles la Eurocámara, en un intento por evitar desastres como el del Erika en Francia o el Prestige en España.

El voto del Parlamento Europeo pone fin a una parálisis de años respecto al paquete de leyes "Erika III", que refuerza también la normativa para crear listas negras de barcos inseguros, investigar accidentes en el mar y compensar a los pasajeros afectados.

Las autoridades portuarias habitualmente agravan las emergencias marítimas al rechazar un refugio a los barcos dañados por temor a que puedan verter fuel y perjudicar la pesca y el turismo.

Sin embargo, los legisladores intentaron evitar ese conflicto de intereses forzando a los países miembros a designar un órgano independiente permanente para que gestione los desastres en el mar. También demandaron un trato más justo para los navegantes, algunas veces encarcelados tras los desastres.

La UE dio pasos para endurecer la seguridad marítima después de que el Erika se partiera frente a las costas de Francia en 1999, derramara 20.000 toneladas de combustible tóxico al mar y diezmara la pesca local.

Sin embargo, los países miembros y la poderosa industria de la pesca han luchado para que no se implantara una legislación más estricta.

La falta de progresos quedó evidenciada tres años después cuando el Prestige, que llevaba 77.000 toneladas de crudo en su interior, se rompió frente a las costas gallegas.

"El Prestige mostró que el sistema no fue suficiente", dijo el político liberal belga Dirk Sterckx, que llevó la legislación al Parlamento. "Las autoridades políticas no escucharon las opiniones de los especialistas. Perdieron tiempo. No tenían el equipo preparado", añadió.

El político dijo a Reuters que el nuevo sistema había sido creado a semejanza del existente en Reino Unido, que designó una autoridad en esta materia tras sufrir graves vertidos del Sea Empress en Gales en 1996 y del Braer junto a las islas escocesas Shetland en 1993.

Los barcos que no cumplan con los patrones de seguridad y que visiten puertos de la UE pueden ser incluidos de forma permanente en una lista negra por quebrantar las normas de seguridad del bloque, y los países de la UE deben armonizar la inspección de barcos que lleven su bandera.

La legislación también regula a los cruceros y transbordadores.

Los operadores de cruceros tendrán que pagar una compensación de hasta 460.000 euros a los pasajeros heridos o muertos en desastres causados por negligencia. Para 2018, las normas cubrirán a los transbordadores pequeños que se usan habitualmente para unir las islas del Mediterráneo.

Las seis propuestas fueron aprobadas con 600 votos a favor y menos de 20 en contra.

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