Público
Público

Exiliado afirma que si Pajín y Valenciano ignoran a la oposición aceptan las reglas del Gobierno de Cuba

EFE

El exiliado cubano Antonio Ramón Díaz Sánchez, ha asegurado hoy a EFE que las diputadas socialistas Leire Pajín y Elena Valenciano "aceptarán las reglas del juego totalitario del Gobierno cubano" si durante su próxima visita a La Habana "ignoran la existencia de una oposición política en la isla".

Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE, y Elena Valenciano, responsable de Política Internacional de los socialistas, viajarán el próximo 31 de agosto a Cuba donde tienen previsto entrevistarse con miembros del Gobierno cubano y con dirigentes del Partido Comunista.

Díaz Sánchez, que reside desde el pasado lunes en Alzira en una vivienda de acogida facilitada por la Asociación Comisión Católica Española (ACCEM), ha advertido de que si las dirigentes socialistas "no escuchan el parecer de la oposición, indiscutiblemente, nunca tendrán un criterio acertado sobre la situación política en la isla".

Este componente del grupo de los 75, encarcelados por Fidel Castro en marzo del año 2003, ha sugerido a las dos parlamentarias del PSOE que contacten con Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata, fallecido recientemente en las cárceles cubanas tras una prolongada huelga de hambre.

Según ha asegurado Díaz Sánchez desde su exilio valenciano, Tamayo "está siendo hostigada por turbas de iracundos fanáticos del régimen comunista que han llegado a la violencia física".

Por ello, el disidente considera que sería "interesante que en su condición de mujeres las diputadas socialistas se solidarizaran con Reina Luisa".

Díaz Sánchez, de 48 años, se integró en el año 1991 en el Movimiento Cristiano Liberación que surgió en la isla caribeña "con la intención de buscar los cambios por la vía pacífica" y de "movilizar al pueblo cubano para que reclame los cambios que Cuba necesita".

Su detención se produjo hace 7 años por "reclamar un referéndum sobre cinco puntos fundamentales en la vida de un cubano".

Sobre su larga estancia en las cárceles castristas ha resaltado: "siempre pensé sostenerme sobre la fe cristiana, por mi conciencia de estar injustamente en prisión y por el convencimiento de que todo en la vida es temporal y en ello incluyo el régimen de Castro".

En la prisión ubicada a 700 kilómetros de su domicilio, "sufrí tortura psicológica, perdí 13 kilos, padezco una colitis inespecífica crónica y al igual que mis compañeros arrastramos enfermedades psicosomáticas".

Acerca del papel mediador de la Iglesia cubana en la liberación de los 52 presos, ha señalado que las autoridades eclesiásticas de su país "sólo han mediado entre el Gobierno y las familias de los presos, pero no con la oposición".

Por ello, ha calificado de "poco transparente" el diálogo llevado a cabo en Cuba a este respecto, aunque ha reivindicado que quieren "saber lo que está pasando y necesitamos saber las perspectivas de futuro".

Ha insistido en que los recientes discursos "agresivos" de los hermanos Castro pretenden "garantizar a los más radicales del régimen el mantenimiento del 'status quo', porque están decididos a no cambiar ni en la política ni en la economía, pese a la fuerte crisis que vive el país".

Desde el pasado lunes, Antonio Ramón Díaz Sánchez se encuentra instalado en un amplio apartamento de una céntrica avenida de Alzira, junto a su mujer y su hija de 11 años, además de un sobrino, su esposa y una hija pequeña de ambos.

A las pocas horas de residir en Alzira, población de 45.000 habitantes situada a unos 40 kilómetros de Valencia, comunicaron vía telefónica a su familia de Miami que el apartamento "es demasiado bueno, no tenemos ninguna queja".

El disidente ya está pensando en convertirse en recolector de naranja en la próxima campaña citrícola que comenzará el próximo mes de octubre.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias