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La extirpación de los ovarios puede aumentar el riesgo de demencias y párkinson

Ainhoa Iriberri

Los mismos autores, en otro estudio similar, concluyeron que este tipo de intervención también duplica la probabilidad de padecer Parkinson.

Ambos trabajos han sido publicados en el último número de la revista de la Academia Americana de Neurología, Neurology.

La validez del trabajo es importante no sólo por el número de mujeres participantes (alrededor de 4.500), sino también porque las voluntarias fueron   observadas durante una media de 27 años.  

En el primero de los estudios, el equipo dirigido por el neurólogo Walter Rocca comparó a todas las mujeres que habían sido sometidas a una ovariectomía —extirpación de ovarios— en el condado de Olmsted (Minnessota, EEUU) entre 1950 y 1987 por una indicación distinta al cáncer con un número similar de mujeres que conservaron sus ovarios.

Efecto neuroprotector

El resultado vuelve a poner de manifiesto el papel neuroprotector de los estrógenos, producidos en los ovarios.

Las participantes en el estudio que habían padecido una extirpación  fueron hasta dos veces más proclives a padecer demencia o problemas cognitivos.

Resultados similares se reprodujeron en el otro estudio, en el que Rocca y sus colaboradores compararon el riesgo de padecer Parkinson de 2.327 mujeres operadas frente a 2.368 que conservaban sus ovarios.

Las principales indicaciones de la ovariectomía son el cáncer —tanto de ovarios como de útero o de endometrio—, la presencia de quistes ováricos y la endometriosis, dolencias éstas últimas muy frecuentes en las mujeres de todo el mundo.

Mientras que las féminas que padecen cáncer no suelen tener opciones frente a la cirugía —razón por las que
Rocca no las incluyó en su estudio—, otras pacientes pueden optar por otros tratamientos.

Por ejemplo, en casos de endometriosis y extirpación de quistes ováricos, es opcional para el cirujano retirar los ovarios durante la intervención.

Ambos trabajos pusieron, por otro lado, de manifiesto que existe una forma de minimizar los riesgos neuronales de la extirpación de los ovarios antes de la menopausia.

Así, la administración de estrógenos hasta los 50 años a las mujeres que habían pasado por el quirófano equiparaba el riesgo de sufrir demencia y Parkinson al de las mujeres sanas.

La conclusión que extrae Rocca de su trabajo es que a partir de ahora los médicos deberán dar nuevas explicaciones a las mujeres que se planteen someterse a una extirpación ovárica.

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