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Fabio Luisi despide el Festival de Santander con una gran noche sinfónica

EFE

El director italiano Fabio Luisi, al frente de la Orquesta Nacional de Dinamarca, ha clausurado esta noche el 59 Festival Internacional de Santander con una gran noche sinfónica para el recuerdo, que comenzó con Schubert y acabó a ritmo de tango tras una imponente lectura de la "Titán" de Mahler.

El maestro genovés, que acaba de fichar por el Metropolitan de Nueva York por tres temporadas como principal director invitado, y la histórica orquesta danesa han conseguido, al menos, que el público del festival santanderino se despida con buen sabor de boca de una edición con más sombras que luces.

La jornada de clausura, protagonizada habitualmente por la música sinfónica, ha viajado en esta ocasión al romanticismo, con un programa dedicado a dos compositores unidos por una misma ciudad, Viena.

La "Sinfonía número 8" de Schubert, conocida como la "Inacabada" aunque algunos musicólogos sostienen que su autor la concibió así, con sólo dos movimientos, ha abierto el concierto. Escrita en 1822, es una de las obras más conocidas e interpretadas del autor vienés.

El público, que llenaba la Sala Argenta del Palacio de Festivales, ha aplaudido con entusiasmo la expresiva y delicada lectura de Luisi y la Orquesta Nacional de Dinamarca, que ha brillado en todo su esplendor en la segunda parte del concierto.

Poderosa ha sido su interpretación de la Sinfonía número 1 de Mahler, "Titán", llamada así por la novela del mismo título de Jean Paul Rircher, aunque su autor siempre afirmó que ni estaba basada en ese relato ni nada tenía que ver con él.

Fabio Luisi ha dirigido con ímpetu, y una expresividad que le hacía parecer un bailarín sobre el podio, esta obra del romanticismo tardío, que no fue demasiado bien acogida por el público de su tiempo. Como casi todas las de Mahler, más apreciado por sus coetáneos como director de orquesta que como compositor.

El Festival de Santander se ha unido, con el concierto de esta noche, a los teatros y auditorios del mundo entero que están recordando a esta figura esencial, aunque incomprendida en su tiempo, de la cultura europea, cuando se cumplen 150 años de su nacimiento.

Su música seguirá siendo una de las grandes protagonistas de la próxima temporada, porque en 2011 se celebra el centenario de su fallecimiento.

Luisi, que desde hace dos temporadas dirige la Ópera Estatal de Sajonia y además es director estable de la prestigiosa Staatskapelle de Dresde, ha demostrado en Santander su buen hacer en el género sinfónico aunque dedique gran parte de sus energías y de su tiempo al operístico.

Tras las dos sinfonías, ha agradecido los largos aplausos y los numerosos bravos del público con dos bises, el último un tango, quizá como un guiño al público.

Han sido los últimos compases de un festival que comenzó con un irregular "Boris Godunov" y que no ha ofrecido demasiadas citas para el recuerdo aunque sí alguna jornada destacable, como la que protagonizó el Maurice Bejart Ballet de Lausana y su "Le presbytere".

El director y compositor Kristof Penderecki era, sobre el papel, otro de los atractivos de la programación aunque su concierto ni logró convocar a demasiado público ni entusiasmo a los críticos.

El Festival Internacional de Santander, el más veterano de los que se celebran en España, junto al de Granada, cumplirá el próximo verano 60 años. Será un buen momento para echar la vista atrás y, sobre todo, para pensar en el futuro.

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