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La familia de Publio Cordón revive sus angustias con una carta del grapo Silva Sande

EFE

Pilar Muro, la esposa del empresario Publio Cordón secuestrado por los GRAPO hace dieciséis años, revive estos días la angustia de aquellos momentos con una carta que uno de los responsables del secuestro, Fernando Silva Sande, ha remitido a la familia desde la cárcel de Soto del Real a través de su abogada.

La carta, publicada hoy en Heraldo de Aragón, se conoce un día antes del décimo primer aniversario del secuestro de Publio Cordón, fundador de la aseguradora Previasa y del Grupo Hospitalario Quirón, que fue raptado el 27 de junio de 1995 cuando practicaba "footing" en los alrededores de su casa, en el barrio zaragozano de Casablanca.

Pilar Muro, en declaraciones a Efe, ha reconocido que el envío de la carta está haciendo que este aniversario sea para ella y para sus hijas, María y Pilar, mucho más duro. "Lo estamos pasando muy mal en este aniversario, es revivir algo tremendo", asegura.

Una carta así remueve en la familia "todas las angustias" y hace revivir de una manera "más cruda y más dura" aquellos momentos "tan tremendos", porque para Pilar Muro lo que Sande cuenta en la carta es algo "durísimo, tremendo".

En la carta Silva Sande, que fue condenado por la Audiencia Nacional en diciembre de 2007 a 28 años de prisión por el secuestro, asegura que vivió "aquella tragedia" como "una pesadilla" y recalca que Publio Cordón "no sufrió malos tratos en ningún momento", aparte "de lo que supone en sí de inhumano el propio secuestro", reconoce.

Relata la muerte del empresario, que se produjo por un "trágico accidente" cuando intentó escapar por una ventana y se cayó desde el tejadillo de la segunda planta del chalé en el que estaba confinado cerca de Lyon (Francia).

Silva Sande dice incluso en su misiva que después de caerse, Cordón no parecía haber sufrido muchos daños y que se le suministraron calmantes, pero que de repente dejó de respirar y él mismo le practicó la respiración boca a boca para intentar reanimarlo, pero sin éxito.

También explica que él propuso dejar el cadáver dentro de un coche en un lugar público, pero que el líder de la banda terrorista en ese momento, Manuel Pérez Martínez, "camarada Arenas", ordenó enterrarlo.

Todo esto sucedió a principios de agosto de 1995, una semana antes de que la familia pagara en París a los GRAPO un rescate de cuatrocientos millones de pesetas.

Pero la vida de Pilar Muro, según ha indicado a Efe, "no cambia para nada con todo lo que dice este hombre", porque no ofrece nuevos datos que puedan llevar a determinar dónde tuvieron secuestrado a Publio Cordón y donde lo dejaron una vez muerto.

Muro no niega que Silva Sande pueda estar arrepentido, entre otras cosas porque él está "de alguna manera" fuera de la banda desde hace tiempo, "porque se fue o porque lo echaron, luego habría discrepancias", pero para creer del todo lo que cuenta el terrorista, la esposa de Publio necesita "otro tipo de datos".

Ha añadido que el relato sobre la muerte de Cordón se podría confirmar si se encontrara el cadáver, pero para ella su palabra "no vale nada".

"Yo no doy más credibilidad absolutamente a nada, ni al arrepentimiento ni a lo que cuenta, es posible que sea cierto y es posible que no", comenta amargamente.

Lo único que ha conseguido "ese señor" contando esta historia es que la familia viva un aniversario "con mayor sufrimiento".

Para Pilar Muro, "Publio sigue secuestrado por esos terroristas". "Yo no lo he visto, yo no lo he encontrado. Desapareció un día y hasta este momento ya no sabemos más de él", se lamenta.

Silva Sande ya confesó en febrero de 2009 que Cordón murió al saltar por una ventana y que él mismo enterró su cadáver en Mont Ventoux, en la provenza francesa, lo que llevó al juez Fernando Grande Marlaska a reabrir el caso y a ordenar la búsqueda del cuerpo, de momento sin éxito.

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