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La FAPE condena la expulsión de Teherán de la corresponsal de "El País"

EFE

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha expresado hoy su más enérgica condena a la decisión del Gobierno de Irán de cancelar el permiso de residencia y la tarjeta de periodista a la corresponsal del diario "El País" en Teherán, Ángeles Espinosa.

Esta federación entiende la medida como un "castigo directo" al trabajo de la periodista española, cuyas coberturas cumplen a "rajatabla" los principios de objetividad, calidad y compromiso ético de esta profesión.

La FAPE insta al Gobierno iraní a "mirarse en su actitud inmadura" al pretender sancionar la campaña impulsada por Espinosa en defensa de Sakineh Ashtianí, cuya condena a morir lapidada movilizó a la comunidad internacional.

Por ello, reclama al régimen de Mahmud Ahmadineyad que restituya el permiso de residencia y la tarjeta de periodista a la corresponsal española y pide al Ejecutivo español una manifestación pública de rechazo del "grave atentando" contra la libertad de prensa que supone este acontecimiento.

"El asedio a los periodistas, locales y extranjeros, solo contribuye a empeorar la ya muy maltrecha imagen internacional del Gobierno de Irán", ha declarado en una nota de prensa la primera organización profesional de periodistas de España.

Recuerda además al régimen iraní el papel fundamental de los periodistas para "hacer entender el mundo a través de la independencia y respeto a la libertad", condiciones sobre las que se construyen las relaciones entre poderes y periodistas.

Asimismo, se solidariza con la periodista a la que felicita por su compromiso con los derechos humanos y la defensa de la mujer, que ha demostrado en la información servida en estos cinco años como corresponsal en el país persa.

Irán, recuerda la Fape, es "la primera cárcel del mundo" para periodistas, de acuerdo a las cifras de la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF).

Según los datos de esta ONG, el régimen de Mahmud Ahmadineyad detuvo en el último año a 170 periodistas y bloggers, entre los que hay 32 mujeres, y 22 de ellos han sido condenados a penas que suman 135 años de prisión incondicional.

El total de las fianzas para la puesta en libertad alcanza cien millones de euros y más de un centenar de profesionales de los medios de comunicación se han visto obligados a abandonar el país.

Veintitrés periódicos han sido suspendidos y miles de páginas web han sido bloqueadas en la Red. "Con 27 periodistas encarcelados, Irán es hoy uno de los mayores enemigos de la libertad de prensa en el mundo", concluye la organización. EFE

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