Las FARC van vaciando sus infames prisiones selváticas poco a poco. Ayer le tocó el turno al sueco Ronald Larsson, un ingeniero forestal de 69 años secuestrado en mayo de 2007 junto a su esposa, que logró escapar un mes después de su captura. Con su liberación, la guerrilla más antigua de América Latina pone punto final a la cautividad de civiles extranjeros. En sus mazmorras quedan aún cientos de policíasy militares.

El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta de Colombia dependiente del presidente Álvaro Uribe y que ahora se encuentra en el ojo del huracán tras destaparse una trama de espionaje general, indicó que Larsson fue entregado a policías en una zona montañosa del Nudo de Paramillo, en el departamento de Córdoba, en la costa norte del país.

Queda la duda de las condiciones en las que se produjo la liberación. Una fuente sin identificar del DAS aseguró a la BBC que, 'dadas las condiciones inhóspitas en las que sabías que estaba el rehén, era imposible planear un rescate sin poner en peligro su vida, por lo que se optó por la mediación'.

El portavoz del Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal, adscrito al Ministerio de Defensa y supervisor de este tipo de operativos, se limitó a difundir un escueto comunicado donde explica que 'es mejor mantener la discreción sobre los pormenores de su libertad'. Nada más producirse la entrega, Larsson fue trasladado a un centro hospitalario de la ciudad de Montería, capital de Córdoba, donde quedó ingresado ya que su estado de salud es 'delicado'.