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La Feria del Libro de Pekín apunta al formato digital en tiempos de crisis

EFE

La Feria Internacional del Libro de Pekín (BIBF por sus siglas en inglés) abrió hoy sus puertas con una clara apuesta al soporte digital a partir del tema central de esta XVIII edición, "la industria editorial en la era posterior a la crisis financiera".

La feria, que se desarrolla hasta el próximo día 4 de septiembre, convoca a más de 1.900 expositores de 60 países, lo que representa un crecimiento del 24 por ciento respecto de la anterior edición, según la organización.

Uno de los espacios más concurridos es el de publicaciones digitales, que ocupa más del 20 por ciento de los 50.000 metros cuadrados del Centro Internacional de Exposiciones de China, y está emplazado en el corazón del recinto ferial.

Allí, proveedores de servicios y contenidos, editores y comerciantes de lectores de libros digitales, presentan novedades y charlas para captar a un público que crece a un ritmo del 30 por ciento anual en China, según datos de la organización.

Este año además hay una mayor presencia de compañías estadounidenses y europeas, que buscan superar las dificultades económicas y financieras domésticas en un mercado que el año pasado movió 12.000 millones de dólares (unos 8.300 millones de euros).

Como dato para tentar a inversores extranjeros en el sector editorial, China se promueve con un mercado de 800 millones de potenciales lectores, y desde la BIBF destacan que durante la crisis financiera en el Reino Unido las ventas de editoriales en el país asiático crecieron un 44 por ciento.

En el área editorial tradicional, países europeos, africanos y asiáticos promueven sus editoriales y escritores.

Este año el invitado de honor es Holanda, que en un imponente espacio de exposición de 1.500 metros cuadrados propone un recorrido no solo por sus escritores célebres, sino también por dibujantes de historietas, diseñadores e ilustradores.

España participa también de la BIBF con un colorido espacio compartido por el Ministerio de Cultura y el Instituto Cervantes de Pekín, en el que el país presenta a sus grandes autores, además de material lingüístico, artístico e infantil.

"Intentamos desde aquí difundir la cultura literaria tan rica y maravillosa con la que cuenta España", dijo a Efe la encargada de la biblioteca del Instituto Cervantes, Belén Fernández-del Pino Torres.

La mayoría de quienes se acercan a la caseta buscan libros sobre arte español, cuentos infantiles y libros para aprender castellano, señaló un funcionario de Cultura que atiende a los visitantes.

En total se promocionan unos 400 autores españoles, con la presencia destacada de los libros de la galardonada Ana María Matute en la jornada inaugural.

Pero a diferencia de sus espacios vecinos de Francia o Alemania, por ejemplo, España no logra aún atraer un número importante de editores.

"Si bien la Embajada cede el espacio de manera gratuita, solo una editorial española ha venido a la feria; la mayoría considera aún que falta reconocimiento en el mercado chino, pero esto es una inversión a largo plazo", dijo a Efe una fuente de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Por ello, consideró vital la presencia del país en un evento al que se calcula asistirán 200.000 personas entre hoy y el domingo, según estimaciones de la organización.

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