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Filipinas acusa de asesinato al sospechoso de la masacre

Reuters

La policía filipina presentó el jueves cargos de asesinato contra el principal sospechoso de la masacre de 57 personas perpetrada esta semana en el sur del país, mientras las autoridades actuaban para desmantelar el control de la región por parte de su clan.

Andal Ampatuan Jr, un alcalde local en la provincia de Maguindanao, se encontró cara a cara con Esmael Mangudadatu, marido de una de las mujeres asesinadas, que presentó múltiples denuncias de asesinato ante los fiscales estatales en la ciudad de General Santos, en el sur del país.

Ampatuan fue sacado de la provincia de Maguindanao por un helicóptero del Ejército después de que fuera entregado por su hermano a un alto responsable del gobierno y a un general regional del Ejército.

"Las acusaciones carecen de base", dijo Ampatuan a periodistas en el aeropuerto en General Santos. "No son verdad. Tengo la conciencia limpia".

Las autoridades dijeron que Ampatuan sería encarcelado en Manila, mientras la fiscalía realizaba una investigación antes de que la denuncia llegara a un tribunal local.

El lunes, unos 100 hombres armados, atacaron un convoy que llevaba a miembros del clan de Mangudadatu, que se dirigían a presentar la candidatura de Esmael para el puesto de gobernador provincial en las elecciones del próximo año.

Los agresores agruparon a las víctimas en una remota colina y les atacaron con rifles M-16 y machetes. Al menos 10 de los muertos eran automovilistas que pasaban por la carretera y aparentemente fueron testigos del secuestro.

No todas las víctimas han sido identificadas, pero se cree que 22 serían periodistas que acompañaban a la familia, lo que convierte al ataque del lunes en el más letal contra la prensa que se conoce.

La presidenta Gloria Macapagal Arroyo ha calificado en el pasado a los Ampatuan de valiosos aliados políticos, pero su gobierno anunció el jueves medidas contra la familia después de que la masacre fuera condenada en todo el mundo.

"Solicito la investigación del gobernador provincial y otros alcaldes relacionados con este caso", dijo el secretario de Interior, Ronaldo Puno, a periodistas, añadiendo que los responsables deberían ser suspendidos mientras fueran investigados.

Las guerras de clanes como la disputa entre los Mangudadatu y los Ampatuan son comunes en el sur de Filipinas, donde también hay muchos rebeldes islamistas, bandidos y piratas.

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