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Fitch baja dos escalones el rating a la deuda de España

También recorta la nota a Italia y reitera la perspectiva negativa de Portugal

P. BÁZQUEZ / AGENCIAS

Mientras los mercados financieros se afanan en ver los avances en la solución a la crisis de deuda europea, las agencias de calificación de riesgos insisten en reforzar el agorero papel que han ejercido durante la crisis, a pesar de que cada vez sus análisis están más que desconectados de la realidad.

Después de que las bolsas europeas cerraran una de las mejores semanas desde que comenzó el verano cotizando al alza la esperanza de una pronta resolución de los problemas, la agencia de calificación crediticia Fitch disparó una ráfaga de descalificaciones contra las economías de los países de la periferia del euro.

España recibió una rebaja en la calificación de su deuda de dos escalones, hasta AA-, (algo así como sobresaliente bajo). Además, la coloca en perspectiva negativa. Es decir, con la amenaza de una posible bajada de rating en los próximos meses.

La intensificación de la crisis de deuda europea, los riesgos de la consolidación fiscal debido a la dudosa evolución de las economías de algunas comunidades autónomas y las débiles perspectivas de crecimiento económico son los motivos argumentados por Fitch para aplicar la rebaja. A pesar de esta decisión, Fitch todavía otorga un escalón más de confianza a España de lo que lo hacen las otras dos grandes agencias de calificación Standard&Poor's y Moody's (que además mantiene la perspectiva negativa).

El Gobierno español 'respeta', pero 'no comparte la decisión' de Fitch 

La mala evolución de la economía europea también le llevó a Fitch a bajar el rating a Italia hasta A+( un escalón por debajo del que sitúa a España) y a confirmar la perspectiva negativa sobre la economía portuguesa, a la que tiene calificada con la nota BBB-, a sólo un paso del bono basura.

En un segundo comunicado, la agencia aclaró que esta decisión a la deuda soberana, no lleva asociada (como suele ser habitual) un recorte a las empresas españolas. 'La rebaja de dos escalones de España no implica directamente ninguna decisión sobre el rating de las empresas españolas no financieras', explicó.

El Gobierno español aseguró, poco después de conocerse la noticia, que 'respeta' la decisión de la agencia, pero 'no comparte' los motivos. Al tiempo, se sorprende de que no se haya tenido en cuenta el cambio constitucional por el que el país se compromete a alcanzar la consolidación fiscal.

Los expertos esperan que la decisión no impacte en los mercados

Más crítica fue la reacción italiana. El director general del Banco de Italia, Fabrizio Saccomani, acusó a las agencias de 'actuar en manada' y aseguró que la decisión de Fitch no cambia nada. 'No lo esperábamos, pero la Bolsa de Milán vemos que ha vuelto a cerrar en positivo, con lo que quizá a los mercados no les importa mucho lo que digan Fitch, Moody's y compañía', aseguró.

No lo tienen tan claro los expertos consultados por Europa Press. Tanto el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, como el catedrático de la Universidad de Granada, Santiago Carbó, recuerdan que la rebaja que Moody's hizo a Italia a principios de la semana apena tuvo repercusión en los mercados. Pero reconocen que la rebaja de Fitch 'no es una buena noticia', y les preocupa la reacción de los inversores. Con las Bolsas europeas cerradas, el euro pasó de las ganancias a las pérdidas nada más conocerse la noticia, y cerró en 1,33 dólares. También en Wall Street sentó mal la noticia.

Tal vez la euforia apenas dure lo que el descorche de una botella de champán tras el triunfo de una carrera de Fórmula 1, teniendo en cuenta el golpe asestado por Fitch tras el cierre de mercado (ver información adjunta), pero aún así el mercado de deuda pública vivió una etapa de euforia. Por primera vez desde el 1 de septiembre, la prima de riesgo española cerró la sesión por debajo de los 300 puntos básicos, marcó 298 puntos, y la rentabilidad bajó del 5%. Cuando todavía se desconocía la actuación de la agencia de calificación, este indicador de la confianza en la solvencia del país recogía las buenas vibraciones que durante toda la semana se habían sentido en Europa, donde cada vez se ve más cerca la posibilidad de conseguir una solución para la economía griega y evitar el contagio de los problemas helenos al resto del continente.

La renta variable también recibió un potente impulso

Por primera vez en muchas semanas, los inversores han sentido que los movimientos políticos tienen buena dirección. El consenso para recapitalizar a la banca europea, la idea cada día más aceptada de que es posible que el sector privado pueda aceptar una quita en los bonos griegos cercana al 50%, y la barra libre de liquidez reabierta por el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, han sido los principales motivos, según los analistas de Renta 4, para devolver la confianza perdida en los mercados. Esto permitió nos sólo la recuperación del mercado de deuda sino también a las principales bolsas europeas saldar la semana con un saldo muy positivo. El Ibex 35 español avanzó un 2,95%, hasta los 8.798 puntos, pero la recuperación fue mucho mayor en los mercados con mayor exposición a los problemas griegos, como por ejemplo Italia que subió un 4,6%, o Francia y Alemania que ganaron un 3,81% y un 3,16%, respectivamente.

La renta variable también recibió un potente impulso desde el otro lado del Atlántico. En EEUU, la publicación de los datos de empleo del mes de septiembre reportó una agradable sorpresa. Y es que, aunque la tasa de paro no se ha movido del 9,1%, los datos apuntan, según el análisis de Banesto Broker, que el ritmo de crecimiento en EEUU se ha ralentizado, pero que la situación no está tan al límite como temían los mercados hasta hace unos días.

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