La que hasta ahora era la agencia de calificación más generosa con la deuda española, Fitch, anunció una rebaja de rating de dos escalones. Desde AA-, hasta A con perspectiva negativa. Es decir, la deja en el escalón medio del tramo de calidad media alta. En el mismo nivel en el que la situó Standard & Poor’s hace unas semanas y Moody’s en octubre. El recorte del primer escalón se debería, según explicó la agencia en una nota, al impacto de la situación financiera en los mercados europeos y las condiciones de restricción del crédito; el del segundo, al deterioro del déficit fiscal y al impacto que puede tener en las finanzas públicas la mala evolución macroecónomico del país.

Otros cuatro países han sufrido también la rebaja de rating de Fitch, que ha recortado en dos escalones el rating de Eslovenia e Italia y en un escalón el de Chipre y Bélgica, mientras que ha decidido mantener sin cambios la calificación de Irlanda.

La agencia, que confía en que los líderes europeos avancen en la solución de la crisis en la cumbre que comienza el lunes, lanzó la noticia este viernes tras el cierre de los mercados europeos. En ellos, lo más significativo de la jornada fue el fuerte ajuste de la prima de riesgo española ante la inminencia de un acuerdo griego. El diferencial con Alemania bajó hasta los 310 puntos básicos y la rentabilidad del bono español bajó del 5% (cerró en 4,9%), por primera vez desde el 10 de octubre. La buena subasta del Tesoro italiano, que colocó 11.000 millones de euros en letras a un tipo de interés inferior al de anteriores emisiones, también permitió que la rentabilidad del bono italiano bajara del 6% por primera vez desde diciembre. En el otro extremo, se disparó la deuda portuguesa, por temor a un nuevo rescate.

En Bolsa hubo una toma de beneficios tras el decepcionante dato del PIB en EEUU. El Ibex 35 cayó 0,65%, hasta los 8.657 puntos, en línea con el resto de bolsas europeas, pero la esperanza de una pronta resolución del conflicto griego le ha permitido ganar un 1,1% en la semana.