Público
Público

Fito Páez vuelve a reunirse con Sabina en "No sé si es Baires o Madrid"

EFE

"Los planetas se alinearon" el pasado 24 de abril y los invitados al concierto de Fito Páez, entre ellos amigos como Ariel Rot o el antaño "enemigo íntimo" Joaquín Sabina, "cantaron como dioses". El resultado es "No sé si es Baires o Madrid", un álbum en directo donde las voces se funden con el piano.

No estaba planeado grabar un disco, el objetivo era simplemente filmar el concierto que el argentino daba en el Palacio de Congresos de Madrid, pero Páez se quedó "impresionado" al ver y oír el material y de esta fascinación surgió "No sé si es Baires o Madrid", el registro sonoro y visual de aquella cita con los "dioses".

Según ha explicado el artista a EFE, este particular olimpo musical estaba formado por amigos como el también argentino Ariel Rot, un "colega y hermano" al que "admira" y con quien interpreta el tango "Giros"; o el cubano Pablo Milanés, su compañero en "Yo vengo a ofrecer mi corazón".

Además, también cantan junto a Paez algunas de las canciones más representativas de sus 25 años de carrera la cantante Gala Evora, Marlango o "los flacos" de Pereza. "Me impactaron muchísimo cuando les escuché, parecían casi un grupo argentino, me recordaban a los 'Tequila'", apunta Páez al hablar del dúo madrileño que le acompaña en la canción "La rueda mágica".

Pero si hay una voz que destaca al lado de la del propio Páez y su inseparable piano es la de Joaquín Sabina, "un artista muy importante y un escritor superior" con el que protagonizó una sonada "ruptura" tras la grabación en 1998 del disco del español "Enemigos íntimos".

"El tiempo lo atempera todo", explica el músico, y "No sé si es Baires o Madrid", donde cantan juntos el tema "Contigo", es la prueba de que en lo personal y en lo musical los dos maestros vuelven a entenderse.

"Fue muy hermoso", recuerda Páez al hablar del encuentro con Sabina, con quien ya había cantado en Buenos Aires antes de hacerlo en Madrid y al lado del cual no le importaría volver a grabar un álbum.

El 21 de abril en Molina de Segura (Murcia) arrancará la gira que devolverá estas canciones a su hábitat natural, el escenario. Allí, posiblemente arropado por algunos de los artistas del disco y otros nuevos -como Buika-, revivirá "la experiencia de gran libertad" que constituye cantar únicamente en compañía del piano.

El 22 de Abril en Algeciras, el 24 en Bilbao, el 25 en Barcelona, el 28 en Valladolid, el 29 en Salamanca, el 1 de mayo en Tenerife y el 2 en Lanzarote serán el resto de paradas de este periplo que pondrá su punto final el 6 de mayo en Madrid, una ciudad que da título al álbum porque -subraya- "es como una segunda casa".

Y después de la gira, Páez -que ha firmado como guionista y director dos películas- se pondrá a trabajar en su vuelta al séptimo arte, con el filme "Novela", y entrará de nuevo en el estudio para grabar un trabajo "eléctrico" e influenciado por el cine de David Lynch.

Sus próximas canciones, como las películas del cineasta, "parecen amables pero, por la música o el texto, en realidad no lo son". Será por tanto, un álbum más "oscuro" que "Rodolfo", con el que logró en 2008 un Grammy Latino, pero no porque refleje la convulsión actual del mundo.

"El disco nuevo no tiene nada de afuera, yo no soy cronista, para hacer crónicas está la prensa", aclara Páez quien, además, considera que "los discos coyunturales con el paso del tiempo aburren".

Para él, el objetivo de los músicos "es hacer canciones buenas que atraviesen el tiempo", una "ruta" en la que trabaja sordo ante las voces que, con 46 años, ya le tildan de "clásico". "Esos te quieren jubilar" -dice entre risas-, "sólo puedo decir que sigo trabajando igual que siempre, con corazón y con ganas".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias