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Florentino Pérez y Galán resolverán Su guerra en la junta de Iberdrola

ACS ha vuelto a pedir entrar en el consejo de la eléctrica aprovechando las vacantes

S. R. ARENES / A. M. VÉLEZ

La próxima junta de accionistas de Iberdrola, prevista, en principio, para el 26 de marzo, promete tensión. La constructora ACS (primer accionista, con el 12%) tiene, esta vez, más posibilidades de entrar en el consejo de administración de la eléctrica y hacer valer en él su representación como primer accionista, según apuntan diversas fuentes del sector. Hasta ahora, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se ha negado en redondo. Pero quedarán siete vacantes en los quince sillones del consejo y no está previsto que la eléctrica los nombre antes de la junta de manera provisional.

Dado que este procedimiento, denominado de cooptación (primero, el consejo nombra al vocal y luego la junta lo ratifica) no procede legalmente, según medios próximos a la eléctrica, el nombramiento de los nuevos consejeros se resolverá en la misma junta. Esto favorece a la constructora ya que es el único foro en el que puede hacer uso de sus votos al no estar en el consejo.

A pesar de que la empresa que preside Florentino Pérez tiene limitados estos derechos al 10% por los estatutos de Iberdrola (ningún accionista puede votar por encima de ese porcentaje), ahora se abre la posibilidad de que la constructora obtenga el apoyo de la caja vasca BBK, que tiene la llave, con el 6,8% de la eléctrica. Los votos de ambos alcanzarían el 17%, que es más de la mitad del capital que está en manos del consejo (sólo un 30%).

Se abre la vía para que ACS, primer accionista, logre los apoyos necesarios

A la BBK le unen negocios de créditos y otras operaciones con Iberdrola, que también tiene su sede en Bilbao y ha estado apoyando a Galán. Pero el clima ya no es el mismo desde que Xabier de Irala abandonó la presidencia el verano pasado y fue sustituido por Mario Fernández, ex director general de BBVA y ex vicelehendakari.

Una muestra de ello es que la BBK evitó apoyar a Galán, en septiembre, en un cambio del reglamento del consejo que suponía poner una nueva traba a la entrada de ACS en este órgano de poder. La entidad no fue al consejo alegando un viaje 'inaplazable' de Irala que, pese a no ser ya presidente de la caja, sigue siendo consejero en Iberdrola.

La compañía capitaneada por Florentino Pérez ya ha solicitado entrar en el consejo de cara a la próxima junta. Es la tercera vez que lo pide en dos años. Además, la ley le permite reclamarlo públicamente en la junta, lo que puede ser una baza.

Paradójicamente, los propios estatutos de Iberdrola reconocen el derecho de representación proporcional de sus accionistas en el consejo, según lo que establece la Ley de Sociedades Anónimas. ACS aspiraría a dos consejeros.

El año pasado, Galán, cuyo puesto en el consejo también debe renovarse, se negó a dar entrada a la constructora con un lacónico 'no hay vacantes'. Ahora, queda por ver si Iberdrola guarda algún as en la manga, ya que tiene hasta el día previo a la junta de accionistas para incluir propuestas en el orden del día.

Galán podría guardar un as en la manga para vetar de nuevo a la constructora

Lo que no podrá hacer ya Galán es una maniobra como la que baraja el presidente de Repsol, Antonio Brufau, para no ceder poder a otra constructora, Sacyr, en el consejo: adelantar la junta de accionistas para prorrogar el mandato de los vocales (acaba el 18 de marzo) hasta el año que viene. Como la junta debe convocarse con un mes de antelación, ya no hay tiempo para hacerlo.

El momento parece ahora propicio para ACS, que hace un año dejó de ser accionista y consejero de Unión Fenosa, lo que, en principio, despeja la excusa de la presencia simultánea en dos empresas del mismo sector. Si bien, Iberdrola y la constructora compiten en algunos negocios, como las energías renovables y la ingeniería (a través de sus filiales Iberinco y Cobra, respectivamente), otra razón que podría seguir alegando la eléctrica.

La primera constructora española aspira a poder consolidar los beneficios de Iberdrola, es decir, anotárselos en sus cuentas para evitar que sus resultados sufran un severo bajón en este año de crisis, por comparación con 2009, cuando obtuvo millonarias plusvalías con la venta de Fenosa. Y sólo puede lograrlo entrando en el consejo. Aunque, en paralelo, sigue con la venta de varios negocios que le darían plusvalías.

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