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El 'fondo buitre' Cerberus ataca las carteras de pisos

Ofrece a bancos y cajas comprar sus activos inmobiliarios a mitad de precio

SUSANA R. ARENES

Revolotean sobre la carnaza inmobiliaria prácticamente desde finales de 2007, pero ahora están acelerando sus ataques. Los llamados fondos buitre huelen a oportunidad entre los rescoldos de la burbuja de la vivienda, pinchada hace más de tres años. Por eso, están escarbando en las carteras de pisos que tienen bancos y cajas de toda condición y tamaño. El fondo estadounidense Cerberus es uno de los que se está mostrando más activo y más agresivo en sus ataques ahora mismo, señalan diversas fuentes inmobiliarias y financieras.

Se trata de una de las mayores firmas de inversión del mundo, que gestiona activos por valor de 17.000 millones de euros. Ha estado tanteando a varias entidades financieras, todas ellas deseosas de deshacerse de los pisos con los que se tuvieron que quedar porque los promotores no podían pagarles los créditos. Pero, de momento, no está teniendo éxito. Y la razón es que sus ofertas son radicalmente agresivas. Ofrece a las entidades comprarles toda o parte de la cartera inmobiliaria con una rebaja 'de más del 30%, incluso del 50% sobre el valor al que está anotado', señala el presidente de una entidad financiera de tamaño medio. Y así lo corroboran también fuentes del sector inmobiliario.

El fondo ya compró oficinas a Bankia con la firma de inversión del hijo de Pujol

Algunas de estas ofertas han llegado de forma muy concreta a grupos de cajas de ahorros, las más enfangadas con unos activos hoy considerados, como mínimo, feos, ya que absorben dinero (en forma de provisiones o colchón antiinsolvencias) y, como máximo, tóxicos, de acuerdo con los parámetros de los cuestionados test de estrés. En general y hasta ahora, las entidades han rechazado esa oferta porque les supondría un perjuicio en sus cuentas: tendrían que contabilizar el agujero de las minusvalías que les generaría vender la cartera a la mitad de su valor.

Si varias entidades accedieran a vender por la mitad sus pisos a este fondo o a otros compradores, esto tiraría por tierra los precios de golpe, algo que no sería positivo ni para el sector inmobiliario y su papel en la economía ni para los propietarios de una vivienda. Desde 2008, los precios han bajado un 24% (un 30%, si se tiene en cuenta el efecto del IPC).

Cerberus estudió hace meses la compra directa de acciones de cajas fusionadas en bancos, como Banca Cívica. Se nota su apetito por España, no en vano ha abierto una oficina en Madrid hace unos meses, algo que no ha hecho casi ninguno del resto de fondos oportunistas que otean el mercado. Lo cierto es que Cerberus está demostrando mayor preferencia por el terreno inmobiliario. Su mayor operación ha sido la compra a Bankia de 97 sucursales por unos 96 millones. Esta transacción la cerró de la mano de Drago Capital, que es la firma de inversión gestionada por Oleguer Pujol, el hijo del expresident de la Generalitat catalana Jordi Pujol.

Banco Santander estudia vendersu cartera inmobiliaria

La banca española tiene 40.000 millones de euros en activos dudosos del ladrillo. En todos los bancos y cajas se plantea la duda de qué hacer con unos activos que comen recursos cada año y se venden con cuentagotas. 'No todas las entidades están vendiendo su cartera pero sí son todas las que se están planteando qué venden o qué no', como explica gráficamente Javier García Mateo, director de Real Estate de la consultora Deloitte.

Los fondos aparecen como compradores más probables porque son los únicos que tienen liquidez. 'Hay firmas internacionales que levantaron capital en 2007, que no lo llegaron a reinvertir y que están esperando el momento oportuno', apunta García Mateo, que no da nombres.

Sin embargo, en el mercado aparecen claramente fondos más generalistas interesados en el mercado español, y no sólo en sectores como el inmobiliario, como el estadounidense Black Rock o el británico Permira, entre otros.

En el otro lado, el Banco Santander figura entre las entidades que se plantean vender su cartera de pisos, según apuntan varias fuentes inmobiliarias y financieras. En el banco que preside Emilio Botín admiten que quieren desprenderse de sus activos inmobiliarios como cualquier otra entidad financiera española, pero insisten en que todo depende del precio y de la fórmula que se pueda hacer. Por ahora no tienen una estrategia definida, informa Virginia Zafra.

 

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