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La 'fosa de los ferroviarios' podría albergar más de 50 fusilados en 1936

Los trabajos de exhumación para rescatar los restos óseos han comenzado hoy. Un pastor de la zona indicó el lugar del enterramiento

PATRICIA CAMPELO

El monte de Costaján, en Aranda de Duero, fue una de las zonas calientes de la represión franquista.

Esta parte de la provincia de Burgos fue utilizada para 'asesinar de forma masiva y organizada' a cientos de civiles republicanos desde el verano de 1936, explica José María Rojas, autor de varias investigaciones sobre la represión en Burgos y que, desde hoy, colabora en los trabajos de exhumación de la conocida como la fosa de los ferroviarios, en las proximidades del monte.

La cercanía de este paraje natural con la cárcel de Aranda de Duero propició las llamadas sacas, en las que las autoridades franquistas sacaban a los presos del penal y, amparados en la impunidad del anonimato, fusilaban a los civiles detenidos sin dejar constancia. 

Pero algunos vecinos de los pueblos de esta zona de la ribera burgalesa recuerdan estos episodios y pueden indicar el lugar de las fosas comunes. Es el caso del enterramiento en el que los equipos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) han comenzado ha trabajar esta mañana para localizar los cuerpos de cerca de 50 trabajadores del ferrocarril. 

Los cuerpos podrían pertenecer a un grupo de ferroviarios fusilados el 18 de agosto de 1936

'Es una fosa muy conocida en la zona pero hay poca información sobre ella', ha explicado Rojas a Público.es. Un pastor del lugar dijo a un vecino de la localidad de Gumiel de Izán que en el paraje de La Legua, cercano al pueblo, se encontraba el enterramiento. 'Este vecino me indicó el punto exacto y comenzamos la investigación', recuerda Rojas, quien ha participado en varios de los trabajos de exhumación que, desde 2003, han recuperado centenares de cuerpos en la provincia de Burgos. 

Esta mañana, los testimonios y las conjeturas se han convertido en realidad, con el hallazgo de los primeros huesos. Cuando los arqueólogos retiren la tierra que cubre los restos, comenzará la extracción de los mismos para su posterior identificación en el laboratorio. En esta fosa —de unos 40 metros de largo y junto a la antigua carretera nacional I—  se espera que estén los cuerpos de los cerca de 50 ferroviarios, en su mayoría militantes de CNT y UGT.

Foto: Óscar Rodríguez

'Sabemos que asesinaron en la zona a un grupo el 18 de agosto de 1936, tras una detención masiva de trabajadores del gremio', señala Rojas, y avanza que ahora tendrán que buscar señales que les den pistas para la identificación, como restos del uniforme u objetos relacionados con la profesión de los fusilados. En otras fosas encontradas en los alrededores de Aranda de Duero se han hallado cuerpos uniformados con insignias y distintivos de ferroviarios 'pero no en número tan masivo', indican fuentes de la ARMH. 

'Sólo en el verano de 1936, más de 700 personas fueros fusiladas en esta parte de la provincia de Burgos'

Si finalmente se trata de los trabajadores del tren, la tarea de localizar a las familias 'será más difícil' ya que, en su mayoría, no eran vecinos de Aranda sino trabajadores trasladados a esta población por razones laborales 'y cuyas familias abandonaron la zona cuando terminó la guerra', aclara Rojas. 

'Sólo en el verano de 1936, más de 700 personas fueron fusiladas en esta parte de la provincia de Burgos', según datos de investigadores del lugar como Rojas o José Ignacio Casado.

A 500 metros de la fosa abierta esta mañana, se exhumaron en 2003 los restos de 83 republicanos fusilados hace 75 años. 'Esta fue una zona de excesos', reconoce Rojas.

Desde entonces, el equipo de Aranzadi y de la ARMH han localizado 429 cuerpos en una veintena de enterramientos clandestinos y exhumado más de 800 en toda la provincia de Burgos.

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