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Un fósil de cintura ancha modifica la imagen del homo erectus

Reuters

El fósil de un homo erectus con una cintura ancha hallado en Etiopía sugiere que las hembras de la especie prehumana balanceaban sus caderas mientras caminaban y que daban a luz a bebés relativamente desarrollados con cabezas grandes, dijeron el jueves investigadores.

El hallazgo modifica la idea acerca de algunos ancestros humanos tempranos y la evolución, y podría indicar que los bebés indefensos llegaron relativamente tarde en el linaje humano.

"Podemos mirar esta pelvis y entonces, usando una serie de mediciones, podemos calcular (...) lo grande que pudo ser la cabeza del bebé en el nacimiento", dijo Scott Simpson, un paleontólogo de la Case Western Reserve University que trabajó en el estudio.

En un artículo en la revista Science, Simpson y sus colegas dijeron que el tamaño y la forma de la pelvis de 1,2 millones de años indica que las hembras Homo erectus tenían caderas más anchas que las de las hembras humanas modernas y que sus crías nacían con cabezas casi un 30 por ciento más grandes de lo que se había calculado anteriormente.

"Esto significa que su descendencia no estaba tan indefensa como la de los humanos modernos", declaró Simpson en una entrevista telefónica.

"No nació caminando y hablando. Pero probablemente era capaz de una conducta más avanzada a una edad menor, siendo capaz de alcanzar cosas, de incorporarse (...) que la que veríamos en un humano moderno", explicó el experto.

Una niñez extendida es una característica particularmente humana. Los bebés indefensos requieren un cuidado intensivo, no sólo de las madres, sino de un grupo extendido, lo que podría haber estimulado el desarrollo de la sociedad humana y la cultura.

El homo erectus, que en latín significa "hombre erguido" surgió en África hace unos 1,8 a dos millones de años, emigrando a Asia y Europa antes de extinguirse hace cerca de medio millón de años. Los expertos concuerdan que fue un posible ancestro directo de los humanos modernos.

Los científicos no sabían mucho de él hasta que se encontró el "chico de Turkana", un adolescente cuyos huesos fueron encontrados en 1984. Su cuerpo de cadera estrecha parecía indicar que el homo erectus daba a luz a bebés de cabeza pequeña que habrían requerido muchos cuidados, como los niños modernos.

Pero Simpson dijo que la pelvis del chico de Turkana estaba dañada y la restauración de una pelvis femenina de Gona, en Etiopía, casi completa, cambia la imagen.

"Este homo erectus habría tenido incluso caderas más anchas (que las mujeres actuales)", explicó. "La razón de que las mujeres tuvieran ese balanceo es que sus caderas estaban un poco más separadas".

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