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Fracasa el promisorio suplemento contra la grasa llamado Hoodia

Reuters

Por Frederik Joelving

Un nuevo informe de Unileverrevela por qué el gigante de productos de consumo optó porsuspender el trabajo con el suplemento contra la grasa Hoodiatras invertir 25 millones de dólares en su desarrollo.

En un ensayo clínico, el extracto de Hoodia no modificó demanera alguna el apetito o el consumo de comida, pero síprovocó una gran cantidad de efectos adversos, como vómitos,sensaciones extrañas en la piel y aumento de la presión y loslatidos.

Mientras que Unilever sabía todo esto desde el 2008, lanoticia defraudará a los consumidores, que pueden comprarHoodia por internet por menos de 20 dólares.

Uno de esos sitios, por ejemplo, asegura que Hoodia "reduceel apetito casi inmediatamente después de tomar unos pocosmiligramos" y que "no acelerará el corazón".

G. Harvey Anderson, profesor de nutrición de la Universityof Toronto, aplaudió la aparición del informe.

"Es un estudio importante porque demuestra que toda lapromoción comercial alrededor de Hoodia pertenece a lacategoría 'demasiado bueno para ser real'", dijo Anderson, queno participó del estudio de Unilever.

Todo había comenzado bien para el extracto herbáceoderivado de la planta Hoodia gordonii, que durante mileniosutilizaron los bosquimanos de Kalahari para evitar el hambredurante los prolongados recorridos para cazar.

Supuestamente, el ingrediente activo de la planta lo aislóel Consejo Sudafricano para la Investigación Científica eIndustrial (CSIR, por sus siglas en inglés), que le informó aReuters en el 2001 que el pueblo khomani de Kalahari aceptóobtener regalías de las ventas de Hoodia.

En 1997, el CSIR cedió los derechos comerciales a laempresa británica de biotecnología Phytopharm Plc, que luegollegó a un acuerdo con Pfizer, de Estados Unidos, paradesarrollar un fármaco para adelgazar con Hoodia, pero quenunca salió a la venta. Entonces, lo tomó Unilever.

Pero en el 2008, la empresa con sede en Londres y Rotterdamdecidió suspender el proyecto y le explicó a Bloomberg News queHoodia no reunía los estándares de seguridad y efectividad.

El informe, publicado en American Journal of ClinicalNutrition, demuestra que eso sólo fue para cubrir las formas.

Un equipo de Unilever dividió al azar a 49 mujeres sanascon sobrepeso en dos grupos, que permanecieron en una clínica yrecibieron dos porciones diarias de yogur durante 15 días. Enel yogur de un grupo, el equipo había mezclado 1.110 miligramosde Hoodia.

Las participantes podían comer la cantidad de comidadeseada durante la estadía en la clínica, y aun así, el equipono halló diferencia alguna en el consumo de calorías o lapérdida de peso entre los grupos. Y Hoodia no redujo lasensación de hambre.

Además, al grupo tratado con Hoodia no le fue tan bien comoal grupo de control: hubo 208 casos de efectos adversos, comodolor de cabeza, náuseas, vómitos y sensaciones extrañas en lapiel. Esa cantidad fue el triple de los casos informado en elgrupo de control.

Se registró también un aumento de las pulsaciones y lapresión, y signos de daño hepático.

"Hay muchos suplementos dietarios comerciales que sepromocionan como productos con H. gordonii", escribe el equipode Wendy Blom, de Unilever.

"Dados estos resultados, no podemos excluir la posibilidadde que los consumidores que utilizan estos suplementos puedantener los mismos efectos adversos", indicó.

Unilever no respondió preguntas, pero Anderson expresó susatisfacción por la publicación de los resultados.

FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, online 12de octubre del 2011

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