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"El fracaso es el estado natural del ser humano"

El escritor escoces, Irvine Welsh, autor de 'Trainspotting', abrió ayer el 'Festival Palabra y Música' en Gijón y hoy estará en Sevilla con un recital de su libro 'Crime'

JESÚS MIGUEL MARCOS

Irvine Welsh (Edimburgo, 1958) lleva cinco días en Gijón, donde ayer abrió el festival Palabra y Música (hoy repite en Sevilla) recitando extractos de Crime, el libro que acaba de publicar en Reino Unido. Ha disfrutado de días de sol y calor en la ciudad asturiana, por lo que es posible que se lleve una impresión equivocada del lugar. Y no sólo en lo que a climatología se refiere. Los ojos de un extranjero siempre miran de manera distinta. Gijón, una ciudad tomada por la tercera edad de la que los jóvenes han desaparecido a causa del desempleo, le inspira una conmovedora sensación de comunidad: 'No es la ciudad más bonita de España, pero es un sitio agradable para vivir. Se nota que la gente está muy unida. Por ejemplo, ves a la gente mayor por la calle a cualquier hora del día, algo que nunca ves en las ciudades británicas. Hay un parque donde los mayores hacen gimnasia, un parque para los viejos, en lugar de estar dedicado a los niños, que es lo normal. Por eso no podría salir en una de mis novelas: todo el mundo está demasiado feliz'.

A Welsh se le escapan ciertos detalles, como por ejemplo que Gijón comparte muchos rasgos comunes con el barrio obrero de Edimburgo en el que se crió (su padre trabajaba en el muelle). Una procedencia que marca toda la obra del autor que dinamitó el mercado editorial en 1993 con Trainspotting, punto de partida de una literatura hooligan que, a pesar de su apariencia primaria, tiene hueso que roer. Queda claro en Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo (Anagrama), el libro de relatos que acaba de publicar en español.

¿Recuerda la primera vez que pensó en escribir?

Creo que fue en la escuela, al hacer algún trabajo. Hubo un profesor que me animó mucho, que realmente creía en mis posibilidades, pero yo nunca me lo planteé como una carrera. Yo era el típico chico que se pasaba el día enfrente de la televisión. Muy poca gente de mi clase social termina siendo escritor.

Es curioso que a principios de los noventa, cuando se había establecido como agente inmobiliario en Edimburgo e incluso había sacado un MBA, de repente escribiese Trainspotting. ¿Cómo ocurrió?

Viví una adolescencia dura a finales de los 70 en Londres, fue un período muy turbulento. En los ochenta me establecí con una carrera respetada y llevaba la vida corriente de un hombre de clase media. Me harté de eso y empecé a escribir, pero también a salir por la noche. Organicé conciertos y fiestas en clubs, y eso cambió la dirección de mi vida completamente. Es algo que hago de vez en cuando.

¿Le han afectado las polémicas que han generado algunos de sus libros, empezando por Trainspotting?

No pienso en la reacción del público ante mis novelas. Sólo pienso en los personajes. Creo que cualquier polémica la origina la gente a partir de su propia experiencia, su estado emocional, su carácter... Yo me guío por lo que me piden mis personajes.

¿Cuál diría que es el tema central de su obra?

El fracaso. Me interesa mucho más que el éxito. El éxito no te enseña nada, es algo aburrido. El fracaso te puede ayudar en tantas cosas... El fracaso es el estado natural del ser humano. Lo que más me interesa es el momento en que una persona está en una situación desfavorable, ya sea a nivel social o económico. Sus posibilidades son limitadas, casi dramáticas, y ahí se ve obligada a tomar sus propias decisiones. Ese es el motor de mis historias.

Pero el fracaso también es peligroso.

Por supuesto, necesitas el éxito de vez en cuando para mantener la motivación en la vida. Pero el fracaso está estigmatizado, sobre todo en la cultura occidental. No intentamos nada porque nos asusta el fracaso.

En relación a eso, en el nuevo libro de relatos que acaba de publicar en España, está el personaje de Michael, un británico que tiene un pub en las islas Canarias. Es un personaje machista y rudo que al final consigue llevarse a la cama a la mujer que perseguía (la esposa de un amigo). ¿Por qué le concede el triunfo?

El personaje de Michael es un arquetipo del británico que se va al extranjero para redimirse y convertirse en otra persona. Pero cae una y otra vez en los mismos errores. Puedes irte a vivir a otro país, pero no puedes escapar de ti mismo. En realidad, su comportamiento, las elecciones que toma en su vida le limitan, y se da cuenta de ello, pero va cayendo en todas las trampas: el alcohol, las mujeres... Lo único que consigue son victorias insignificantes. Es un círculo del que no puede salir. Consigue una estabilidad, acaba aburriéndose y busca alternativas.

¿Qué le parece interesante de eso?

Que probablemente quiere ser una persona mejor: un buen amigo, un buen padre, un buen empresario. Pero no puede, porque no ha desarrollado un sistema moral para sostenerlo. Es prisionero de sus propios impulsos. Ese círculo le lleva a perder el entusiasmo por las cosas, con lo que se deprime aún más.

En una ocasión dijo que la gente que participa en los concursos de televisión comparte valores con los asesinos en serie. ¿A qué se refería?

A que en ambos casos buscan el darse a conocer. La gente está desesperada por salir en televisión, aunque eso conlleve una humillación personal. Es como si pensaran que no existen a menos que aparezcan en televisión. Es una cultura del exhibicionismo, fruto de algún desorden.

¿Por qué escribe?

La gente puede pensar que es algo egoísta, pero escribo para provocar reacciones en mí mismo. Esa es la finalidad. Luego ese trabajo puede provocar reacciones en otra gente, pero lo principal es lo que me da a mí.

¿Qué error no puede cometer un escritor?

Dejar la historia coja. Creo que el final de libro tiene que estar relacionado con el principio. Tiene que haber una continuidad y una resolución.

¿Qué es lo peor de ser el autor de Trainspotting?

¿Lo peor? No hay nada malo, en realidad. Quizás lo único es que, haga lo que haga en mi vida, siempre seré conocido como el tío de Trainspotting. He escrito mejores libros que ese, pero no tuvieron tanto éxito. Imagino que un fenómeno de ese estilo es insuperable. Puedo hacer libros mejores, pero no tendrá el mismo impacto.

Una curiosidad. Cuando recuperó a los protagonistas de Trainspotting en Porno. ¿Se los imaginaba como en el momento en que escribió el libro o como los actores de la película?

De ninguna de las dos maneras. En realidad, Porno no iba a ser una secuela, pero cuando terminé el libro me di cuenta de que el personaje principal era Sick Boy [uno de los protagonistas de Trainspotting] diez años más viejo.

Ahora está preparando un libro que cuenta la historia anterior de los personajes de Trainspotting, ¿verdad?

Sí, es un reto que tengo pendiente. Tengo mucho material escrito sobre aquello. En realidad, Trainspotting era una pequeña parte de todo lo que había escrito. Así que ahora estoy recuperando todos aquellos escritos, ordenándolos y actualizándolos.

 

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