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Las fuerzas indias asedian dos hoteles y un centro religioso para liberar a los rehenes

EFE

Las fuerzas de seguridad cercan hoy dos hoteles y un centro religioso en la ciudad india de Bombay para liberar a los rehenes que continúan en poder de varios terroristas, tras los ataques que anoche causaron 101 muertos.

Tanto el hotel Taj como el Oberoi, dos establecimientos de lujo, fueron escenario de varios tiroteos, mientras las cadenas de televisión indias especulan con el hipotético inicio de una operación de rescate. El tercer lugar con presencia de terroristas y rehenes es la casa Nariman, un popular centro judío de la ciudad.

El jefe del Gobierno regional, Vilasrao Deshmukh, ha reconocido que la situación es "grave" y todavía no está bajo control, por lo que su Ejecutivo ha declarado un toque de queda en el centro de la ciudad y ha decretado una libranza para los funcionarios públicos.

Además, ni la Universidad, ni las escuelas ni la Bolsa han abierto sus puertas en la ciudad, considerada la capital financiera de la India.

"Este es un ataque audaz. Es una situación muy seria y hay tiroteos en al menos tres lugares", dijo Deshmukh.

Más de 12 horas después de que un número todavía desconocido de terroristas iniciara una serie de atentados contra distintos puntos emblemáticos de la ciudad india, la Policía sólo ha especificado que los agresores llegaron en barcas a la monumental Puerta de la India.

Varios vídeos de seguridad captaron imágenes de algunos agresores -jóvenes vestidos con camisetas negras- y los primeros tiroteos, registrados anoche en los hoteles, en bares y restaurantes y en la estación de ferrocarril Victoria Terminus.

La acción fue reivindicada por un grupo islamista desconocido, Deccan Muyaidín, aunque de nombre similar a otras organizaciones que ya habían perpetrado ataques en los últimos meses en otros lugares de la India.

Según el canal televisivo NDTV, la Policía ha detenido a nueve personas tras los atentados, mientras que cinco terroristas han muerto en las operaciones de las fuerzas de seguridad, que por el momento han sufrido 14 bajas.

Uno de los fallecidos es el jefe de la brigada anti-terrorista de la ciudad, Hemant Kalkare, quien en las últimas semanas se había hecho popular por su investigación sobre un ataque con bombas obra de extremistas hindúes.

Mientras, el área que rodea a los hoteles Taj y Oberoi se encuentra virtualmente tomada por cientos de soldados, agentes de Policía y comandos, que han pedido a las televisiones el cese de las transmisiones para no dificultar la operación de rescate.

El hotel Taj sufrió durante la noche un incendio que ya está controlado, aunque ya por la mañana tuvo lugar una explosión en la planta más alta, donde se cree que los terroristas retienen a varios rehenes, algunos de ellos extranjeros.

Por el momento, no se sabe cuántos extranjeros han muerto en los ataques, aunque al menos una mujer falleció durante el asalto al hotel Taj, según la agencia india IANS.

"Los terroristas han disparado indiscriminadamente", dijo el director general de la Policía de Maharashtra, A. N. Roy.

El cónsul español en Bombay, César Alba Fúster, contó por teléfono a Efe cómo él mismo escapó de las balas en el hotel Oberoi, donde acompañaba a la delegación de la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

"Escuchamos explosiones, pero nos dijeron que eran tracas de boda, comunes en esta época. Pero entonces la gente comenzó a correr, el ruido se intensificó y una bala impactó cerca de nosotros", comentó.

Las autoridades han decretado una alerta nacional y el Gobierno indio, encabezado por Manmohan Singh, ha convocado para hoy una reunión urgente del Gabinete con el fin de estudiar la situación.

El atentado ha sido ya condenado por los principales dirigentes mundiales y también por la tradicional potencia rival, Pakistán, cuyo ministro de Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, se encontraba de visita oficial en la India.

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