Los que consiguieron entrada no se lo podían creer y los que no tenían no sabían dónde llorar. Los Ángeles se dividía ayer entre los agraciados de la lotería Michael Jackson y los que tendrían que conformarse con ver la ceremonia por televisión. El concierto homenaje a la memoria del rey del pop empieza a las siete de la tarde hora española (diez de la mañana hora local) y promete ser el evento más retransmitido de la historia.

'Estoy destrozada', decía Leigh Hoang, 'he venido de Australia con mi hermana para estar con Michael y no podré vivir su despedida'. Bajo un sol de justicia esperaba frente al centro Staples, donde tendrá lugar el evento, para firmar un panel recordatorio. 'No sé que voy a hacer, a lo mejor nos vamos a Neverland', añadía Hoang, dispuesta a hacerse 250 kilómetros de carretera.

'Yo me quedaré por aquí, aunque no pueda ver nada', aseguraba Rubén Hernández, que acababa de llegar de México, 'el simple hecho de estar ya es importante'.

Mientras, a las afueras de la ciudad, 8.750 felices ganadores hacían cola frente al estadio de los Dodger, para recoger sus dos entradas, rodeados de coches de la policía. Nadie podía pasar sin una copia del mail oficial del concierto y todos salían con un brazalete sellado con el que tendrían que dormir, el único que les iba a permitir pasar los controles de seguridad y acceder finalmente al recinto.

Las estrictas medidas impuestas por los organizadores eliminaron prácticamente todo intento de reventa. Ebay prohibió la subasta de entradas.

Algunos se atrevieron abiertamente. Rob OSullivan, salió en televisión para decir que no podría ir y vendía su ticket. 'Estoy en el paro, no puedo pagarme el viaje y además mi hija está enferma, pero quiero que alguien lo disfrute'.

El megaconcierto de hora y media, sobre el que se conocían escasos detalles, se ha convertido en una tormenta local por la movilización de recursos (se estima que costará dos millones de dólares) y 1.400 policías.

La alcaldesa en funciones, Jan Perry anunció que, poco antes de la ceremonia, la familia Jackson enterrará hoy por fin a Michael Jackson en el cementerio de Forest Lawn, donde descansará junto a Humphrey Bogart y Clark Gable.

Descansará sobre todo de las batallas legales que enfrentaron en un tribunal de Los Ángeles a su familia con dos abogados mencionados en el breve testamento de Jackson que tomarán control de la herencia, valorada en 500 millones de dólares.

Debbie Rowe, la madre biológica de dos de los hijos del cantante que tiene previsto luchar por la custodia de los tres pequeños, entró en escena enfrentándose a las cámaras que le esperaban a la salida de un restaurante: '¿quieres que te parta la cara?', respondió a uno de los paparazzis que la perseguía. Ya ha avisado que no irá al concierto.