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La Fura crea un abrumador Edipo a partir del barro en su nueva ópera

EFE

La compañía La Fura dels Baus crea un nuevo Edipo a partir del barro en su última ópera, un espectáculo abrumador que empuja los límites de la escenografía sin recurrir a los medios audiovisuales habituales en otros de sus montajes.

"Oedipus", estrenada en el Teatro de La Monnaie de Bruselas, se basa en la ópera homónima del compositor rumano George Enescu (1881-1955) y en la saga de tragedias de Sófocles sobre Edipo, y está dirigida por Alex Ollé en colaboración con Valentina Carrasco.

La obra empieza con el escenario ocupado por un andamiaje de cuatro pisos que evoca la puerta de una catedral barroca o un retablo, y sobre el que se distribuyen el coro y los reyes de Tebas, Layo y Yocasta, quienes acunan a un recién nacido Edipo mientras reciben terribles presagios.

Los actores aparecen como inmóviles esculturas de terracota, pero de repente cobran vida y comienzan a cantar y a moverse en una hipnótica coreografía.

A lo largo de sus cuatro actos, el vestuario de los personajes varía entre diferentes épocas históricas -desde atuendos tradicionales griegos hasta trajes de protección química y máscaras antigás-, al igual que los elementos que aparecen en escena, tan dispares como un diván donde Edipo es psicoanalizado o un avión nazi de la II Guerra Mundial.

Así, la Fura pretende invitar al espectador a reflexionar sobre la perpetuidad de temas como el rechazo del padre, la adoración de la madre o la impotencia del hombre ante hechos azarosos que escapan a su control, según explicó el director en una reciente entrevista a Efe.

Y como elemento que da homogeneidad estética aparece el barro, un lodo rojizo que va impregnando poco a poco el escenario, así como la ropa y el cuerpo de los personajes, y sobre todo a Edipo y a todos quienes se acercan a él o lo tocan.

Este barro actúa como una metáfora del destino que pesa sobre el protagonista y los otros personajes, o como símil de la sangre maldita que corre por las venas de Edipo.

La música de Enescu, interpretada por la Orquesta Sinfónica y el Coro de la Monnaie, es de estilo contemporáneo pero con reminiscencias líricas y clásicas, e incluye piezas corales de hasta setenta voces que dan protagonismo al pueblo de Tebas.

En algunas escenas "Oedipus" llega a junta a un centenar de actores y figurantes sobre el escenario, mientras que un equipo de cuarenta especialistas se encargan del trabajo técnico necesario para la artificiosa escenografía concebida por Alfons Flores.

No obstante, la capacidad de la obra para sorprender al espectador pierde fuelle en el la segunda mitad de la ópera tras el apabullante despliegue de se exhibe en sus dos primeros actos.

Precisamente en el segundo acto tiene lugar el encuentro de Edipo con la esfinge, uno de los puntos álgidos de la obra por su asombrosa puesta en escena y por las poderosas interpretaciones del bajo-barítono alemán Dietrich Henschel y la contralto canadiense Marie-Nicole Lemieux, los actores más aplaudidos por el público.

Se trata de la segunda obra que La Fura estrena en La Monnaie, y fue encargada por este teatro a la compañía catalana tras el gran éxito de crítica y público de "Le Grand Macabre" en 2009, una ópera podrá verse por primera vez en España en noviembre.

"Oedipus", sin embargo, aún no tiene fecha de llegada a España, ya que por ahora sólo está decidido que después de Bruselas viajará a Buenos Aires en mayo de 2012.

Además de a Ollé, Carrasco y Flores, la ficha técnica de "Oedipus" incluye a Luc Castells en el apartado de vestuario, el mismo equipo responsable de "Le Grand Macabre".

No es la primera vez que La Fura se atreve a interpretar una obra clásica griega, ya que en 2001 llevó a escena "Las Troyanas" de Eurípides.

Antonio Hermosín.

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