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El G-20 se compromete a hacer lo necesario para que se recupere la economía

EFE

Los ministros de Economía y Finanzas del G-20 quisieron transmitir una imagen de unidad y un mensaje de confianza al expresar su compromiso de que se hará "todo lo necesario" para restablecer el crecimiento económico e impulsar el sistema financiero.

Tras una reunión en Horsham (sur de Inglaterra), el ministro británico de Economía, Alistair Darling, destacó la voluntad de los países más industrializados y de los emergentes, que representan el 80% de la economía mundial, de "tomar todas las medidas" que hagan falta y "durante el tiempo que sea necesario" para salir de la crisis.

Con esta declaración de principios, el Grupo de los 20 subrayó lo que les une -la voluntad de luchar contra el enemigo común de la crisis- y restó protagonismo a lo que les separa, es decir, a las peculiaridades de sus propias economías.

La reunión de ayer, preparatoria de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno que se celebrará en Londres el 2 de abril, venía precedida de la controversia por la aparente diferencia de enfoques entre Estados Unidos y Europa sobre cómo hacer frente a la crisis.

Mientras que Estados Unidos, con el apoyo del Reino Unido, apostaba por un mayor estímulo fiscal para incentivar la inversión pública y la demanda, la Unión Europea (UE) abogaba por mejorar la regulación frente al endeudamiento.

Al igual que hizo también su colega estadounidense, Timothy Geithner, Darling incidió en la rueda de prensa posterior al encuentro en la importancia del estímulo -crucial, dijo, para la creación de riqueza y empleos-, pero concedió que "cada país debe decidir lo que más le conviene", ya que también es importante la sostenibilidad fiscal.

Según el comunicado posterior a la reunión, los miembros del G-20 acordaron que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ejerza una labor de supervisión para ver qué medidas se aplican y cuáles son necesarias.

Geithner insistió en que lo importante de la reunión es que se ha constatado un consenso en el Grupo de los 20 sobre "la urgencia y la necesidad de pasar a la acción".

"Se ha acordado una estrategia de acción, la de que los Gobiernos se comprometan a mantener el esfuerzo y a poner los cimientos para la recuperación económica", manifestó el secretario del Tesoro.

En el comunicado conjunto, se destaca que el objetivo principal para salir de la crisis es "restablecer el crecimiento global, apoyar el restablecimiento del crédito y reformar y fortalecer el sistema financiero".

Los ministros y gobernadores de los bancos centrales se comprometieron también a luchar contra cualquier tipo de proteccionismo y a mantener un sistema comercial y un sistema de inversiones abierto, pero con una mayor supervisión.

En el encuentro se reconoció que muchos países han tomado ya medidas sustanciales, pero se dejó claro, dijo Darling, que "estamos preparados a hacer más si es eso lo que hace falta".

"Nuestra prioridad ahora -continuó el canciller del Exchequer- es restaurar el crédito por parte de los bancos y otras instituciones financieras y establecer las acciones necesarias que nos permitan recuperar el sistema financiero".

Paralelamente, se planea mejorar la regulación del sistema financiero para aumentar el control sobre "hedge funds", paraísos fiscales y agencias de calificación crediticia, a la vez que se crearían mecanismos para que los bancos estén preparados con reservas económicas para afrontar futuras crisis.

También hay un acuerdo de principio para reformar los organismos financieros multilaterales como el Banco Mundial y el FMI para dotarles de un sistema de alerta financiera y fomentar la transparencia entre los Gobiernos e instituciones.

Según el comunicado, el G-20 coincidió en "la necesidad urgente" de aumentar los recursos del Fondo, aunque no se concretaron cifras, y se reconoció la importancia de incrementar la presencia en ese organismo de las economías emergentes (en la revisión que debe acabar en enero del 2011), algo que éste bloque, conocido como BRIC (Brasil, Rusia, India y China), reclama desde hace tiempo.

En un comunicado propio, el BRIC señaló que no aportaría más fondos al FMI hasta que no se revisara su influencia en la institución.

Darling recordó hoy además "el compromiso con las economías emergentes, que tienen que hacer frente a una reversión de los flujos de capital internacional, algo que les preocupa a ellos de manera especial, pero también a nosotros".

Aunque en la reunión de este sábado se buscó el consenso, el grado de acuerdo entre los países, sobre todo en cuanto a la inversión fiscal, se sabrá en la cumbre del 2 de abril, cuando se espera que de los principios se pase a las medidas concretas.

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