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García Baena dice que en la poesía "hay que vivir y luego escribir"

EFE

A sus 85 años, Pablo García Baena, quien ha visto su obra recompensada por el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más alto galardón para un poeta latino, se reafirma en su vieja teoría: "La poesía no se entiende sin la vida. Hay que vivir, y luego, sólo luego, escribir".

Horas antes de que la Reina Sofía le haga entrega del galardón, esta tarde en un acto que tendrá lugar en el Palacio Real, el poeta pronunciaba estas palabras en la presentación de su obra antológica, un volumen que García Baena definió como algo más que un libro.

"Es el libro entero de mi vida, casi como un diario", ha dicho el poeta cordobés tras las palabras elogiosas del presidente del Patronato Real, Yago Pico de Coaña, el Rector de la Universidad de Salamanca, José Ramón Alonso Peña, el profesor salmantino y gran conocedor de su obra José Antonio González Iglesias y el miembro del jurado Luis Antonio de Villena.

Al escuchar tal cantidad de elogios sale a flote la humildad de este hombre cuando dice: "Desde mayo (fecha en que conoció la concesión del premio) estoy abrumado. Pero las palabras que acabo de escuchar me llenan de estupor y desconcierto, pues ya no sé si soy Pablo García Baena, o ese Pablo que aparece en el libro".

El recopilatorio, de título "Rama fiel", no sólo selecciona los mejores poemas de García Baena, sino que también incluye sus dibujos, sus tapices, -trabajos que realizó en su vida- los dibujos que otros le hicieron a él, obras manuscritas y otras recientes, publicadas especialmente para el libro, como "Calendario", "Las cuatro estaciones" o "Salamanca".

González Iglesias, encargado de la selección del contenido del libro, junto con el poeta, se refiere a este galardón como "el laurel más alto para un poeta hispánico", puesto que, hay que tener en cuenta que "los poetas son los grandes olvidados, están en peligro y necesitan protección".

"García Baena es un poeta que ha escrito muy poco y muy bien", apunta González Iglesias, en referencia a los largos períodos que se producen entre dos de sus publicaciones, que oscilan entre 15 y 20 años.

El estudioso se refirió al poeta como el "alma mater" del grupo Cántico, formado en 1947 alrededor de la revista del mismo título. Un grupo que sirvió de enlace entre la Generación del 27 y los Novísimos.

Durante un tiempo, fieles a sus principios esteticistas, García Baena y sus compañeros del grupo Cántico dejaron de escribir ante la llegada de artistas contestatarios políticamente, muy de moda en el momento.

"Fue un tiempo en que se les dejó caer en el olvido y se llegó a ningunearlos", ha explicado Villena, quien ha apuntado que su generación, la de los años setenta, recuperaron el interés por estos poetas, que entonces vivieron su particular "resurrección".

García Baena es un poeta de largo recorrido, no hay más que señalar los setenta años que lleva dedicado a su obra, una obra que, en palabras de Villena, "bebe de la tradición clásica, unida a la estética simbolista, y utilizando caminos como el barroco o el manierismo. Algo que le otorga un carácter contemporáneo".

Villena no ha pasado por alto el "refinado vocabulario" utilizado por García Baena, "con palabras hoy en desuso -dice-, pero que la poesía requiere".

Mercedes Cerviño

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