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La Generalitat denuncia que el Gobierno hinchó las cifras de la concentración españolista

La guardia urbana contabilizó a 6.000 personas, mientras el Ejecutivo elevó la cifra a 65.000. La secundaron el PP catalán, Ciutadans, UPyD y la formación xenófoba Plataforma por Catalunya.

PÚBLICO / AGENCIAS

El baile de cifras sobre los asistentes a la concentración que se celebró ayer en Barcelona en defensa de la unidad de España ha hecho agravar la polémica entre la Generalitat de Catalunya y el Gobierno español.  El conseller de Interior, Felip Puig, ha asegurado hoy que la delegación del Ejecutivo actuó de forma partidista al evaluar en 65.000 personas las que asistieron a la protesta.Y es que para alcanzar esa cifra, debería haber habido 9 personas por metro cuadrado en la Plaza de Catalunya, sede de la protesta.

En declaraciones a Catalunya Radio, ha considerado que es normal que los organizadores de protestas den cifren elevadas (la marcha de ayer la contabilizaron en 100.000 asistentes), pero ha puntualizado que lo que no es normal es que el Gobierno dé esas cifras. Así ha expresado su confianza en los datos de la Guardia Urbana de Barcelona que estimó que a la concentración asistieron unas seis mil personas.

Los participantes, que se reivindicaron como catalanes y españoles, ocuparon el centro de esta céntrica plaza barcelonesa convocados por el Movimiento Cívico de España y Cataluña con el eslogan 'Cataluña somos todos'. 'Cataluña es España', 'Yo soy español', 'Yo también soy catalán' 'Estrellar Cataluña no' o 'Libertad, libertad' son algunos de los cánticos que los asistentes entonaron a lo largo de la mañana.

En el manifiesto, que se leyó acompañado de aplausos de apoyo, los promotores de la movilización recalcaron: 'Cataluña somos todos y no queremos que se separe del resto de España obviando nuestra voluntad. No es un sentimiento excluyente ni en contra de nadie, sino que defendemos el respeto y la pluralidad'. Tras la lectura, que finalizó con un ¡Visca España! y ¡Visca Catalunya! la lluvia se intensificó, lo que provocó que algunos de los presentes se dispersaran.

Entre los asistentes hubo una nutrida representación del PPC, como la de la presidenta en Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho, junto a la práctica totalidad de su grupo en el Parlament; el presidente del grupo municipal en Barcelona, Alberto Fernández Díaz o los alcaldes de Badalona, Xavier García Albiol y Castelldefels, Manuel Reyes, así como el eurodiputado Santiago Fisas, y representantes populares de otras comunidades españoles.

También asistió el líder de Ciutadans, Albert Rivera y el presidente de la formación ultraderechista y xenófoba Plataforma por Catalunya (PxC), Josep Anglada, así como representantes de UPyD. El símbolo de la concentración, que se repartió en forma de pegatinas, fue un corazón partido en dos mitades, una con la bandera española y otra con la 'senyera' (bandera de Cataluña). Muchos de los asistentes a la manifestación portaban carteles en las que se podía leer 'Seny' (sentido común), 'Dona-li la volta' (Dale la vuelta) o 'Tenemos un solo corazón'.

A la concentración llegaron, además, personas procedentes de Madrid, Valencia, Aragón o el País Vasco, como Santiago Abascal, antiguo miembro del PP del País Vasco y presidente de la Asociación para la Defensa de la Nación Española.

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, calificó de éxito la manifestación y ha lamentado que entre los asistentes no haya habido miembros del PSC. Para Sánchez-Camacho, la movilización 'es una lección' al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de miles de personas que le reclaman 'que no rompa nuestra convivencia'.

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