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Gigli propone una mujer cómoda y divertida, Mila Schon la elegancia años 60

EFE

Romeo Gigli vistió a una mujer que quiere divertirse, a la vez que estar cómoda, mientras que Mila Schon presentó la elegancia años 60 de la televisión en blanco y negro, en las propuestas para la temporada otoño-invierno 2008-2009 presentadas hoy en la pasarela de Milán.

La casa Romeo Gigli, interpretada por Gentucca Bini, ofreció una colección para mujeres que se quieren divertir con la moda, pero con comodidad y sin llamar demasiado la atención.

Cada prenda ofrecía originalidad y comodidad: los pantalones son anchos, con el caballo muy largo; las mangas de los vestidos, enormes, y los vestidos amplios, no demasiado largos, pero sensuales, aunque sin osar con los colores y proponiendo ocres, tierras y verdes.

Gentucca Bini introdujo en muchas de sus vestidos el complemento del "obi" (cinturón) de los kimonos japoneses, en colores vivos como el rojo, que marcan la cintura pero dejándola libre.

Bini se inspiró en la moda de la británica Vivienne Westwood a la hora de proponer los cuadros escoceses para abrigos que se dan un aire al de "Sherlock Homes", o zapatos de curiosas plataformas.

Los protagonistas de la marca Mila Schon fueron la seda y lana cachemir, aplicadas a trajes y vestidos que recordaban las líneas cuadradas de los años 60.

Las mujeres, como presentadoras de los primeros años de la televisión, usan grandes gafas de pasta y el pelo recogido en moños, llevan cuellos vueltos y vestidos de estampados psicodélicos, y abrigos bicolor (blancos y negros).

En la colección sorprendieron sus chaquetas de seda a forma de flor, que envuelven a la mujer hasta el cuello, o vestidos que simulan capullos, que envuelven a la mujer como un insecto.

Love Sex Money, la marca de la diseñadora Lorella Signorino, apostó por el negro, un color que puede ser además de elegante, gótico, minimalista y punk.

Por ello, las mujeres de Love Sex Money pasan de llevar elegantes y ligeros canesú negros con bordados en dorado, abrigos de astracán rematados con pieles en cuello y mangas, a osadas blusas transparentes y faldas de gasa.

El único color permitido en el otoño-invierno imaginado por Lorella Signorino es el berenjena, presente en vestidos Strapless (sin tirantes) estilo globo, o en aparatosos lazos; o el dorado en algunos bordados y detalles.

Byblos presentó sus princesas con calcetines: elegantes mujeres con románticos y fantasiosos vestidos de fiesta que llevaban largas medias deportivas.

El diseñado del grupo, Manuel Facchini, presentó una de sus colecciones más imaginativas con vestidos de gasa que simulan cientos de pétalos de un pálido rosa, o trajes de noche con enormes vuelos y pliegues de un intenso rosa chicle.

La colección presentó también exageradas rebecas, de colores vivos, que se usan como abrigos, mantillas, vestidos o chaquetas.

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