El teatro de la Laboral acogerá entre mañana y el jueves las dos últimas representaciones en España del musical 'West Side Story' que recorre todo el mundo en conmemoración del cincuenta aniversario del estreno del espectáculo en Broadway.

El montaje es fiel al presentado en la primera función en 1957 con idénticos bailes, coreografías y con unas "pequeñas" adaptaciones supervisadas por los herederos del coreógrafo Jerome Robbins, el compositor Leonard Bernstein y el letrista Stephen Sondheim.

El supervisor musical y director de la orquesta, Donald Chan, y varios miembros del reparto, Oreika Philips, Kendal Kelly, Emmanuel de jesús Silva y Scott Sussman junto a la directora de proyectos de la "Fundación Cristina Masaveu", Ana Martínez Obregón, han presentado el espectáculo que llega a Asturias tras pasar por Madrid y Santender y con destino a Tel Aviv.

Los protagonistas han considerado que no es necesario introducir ningún cambio en el musical puesto que goza de una "modernidad intrínseca" que confundió al público de su época.

"Antes todo acababa bien, los espectadores se iban a casa contentos. Los sorprendente de 'West Side Story' es que fue la primera vez en la que alguien murió en escena, en que las cosas suceden igual que en la vida real", ha apuntado Chan.

El director de escena, ha explicado Philips, conserva la libreta original de Robbins con sus anotaciones respecto a la coreografía lo cual facilita que el montaje se mantenga fiel.

Chan ha insistido en la dificultad de seleccionar un buien reparto que baile, cante e interprete y ha lamentado que exista cierta "confusión" sobre la versión original motivada por la aparición de la película que no respetó varios elementos originales para decepción de sus creadores.

"Cada vez que subimos al escenario sentimos la misma pasión y un sentimiento idéntico", ha asegurado Sussman al ser preguntado por la diferencia entre actuar en Gijón y en escenarios más grandes.