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El Gobierno afgano critica a la ONU y pide que se respete su soberanía nacional

EFE

El Gobierno afgano criticó hoy a la ONU y a "algunos círculos políticos" extranjeros por intentar influir en su toma de decisiones durante los últimos días, marcados por el desenlace del proceso electoral, y pidió "respeto a la soberanía nacional de Afganistán".

En un comunicado, el Ministerio afgano de Exteriores se refirió explícitamente al enviado especial de la ONU en el país, Kai Eide, quien a su juicio "ha hecho comentarios que sobrepasan las normas internacionales y su autoridad como representante de una organización internacional imparcial".

Exteriores aludió así a una rueda de prensa de Eide celebrada hace dos días en la que el diplomático noruego sugirió al recién proclamado presidente, Hamid Karzai, que lleve a cabo un proceso de reforma e incorpore ministros "competentes" a su Gabinete.

Eide también instó al nuevo Gobierno que ha de formarse bajo la batuta de Karzai a que dedique todos sus esfuerzos a la lucha contra la corrupción.

En su nota, Exteriores no aclaró hoy qué parte del discurso de Eide ha suscitado su reacción, pero advirtió también de que "durante los últimos días algunos círculos políticos y diplomáticos y agencias de propaganda de ciertos países extranjeros han intervenido en los asuntos internos de Afganistán".

Según el Gobierno, estos agentes -a los que no puso nombre- han lanzado "instrucciones sobre la composición de los órganos gubernamentales afganos y sobre las políticas (del Ejecutivo). Estas instrucciones han violado el respeto a la soberanía nacional de Afganistán".

Exteriores recordó que, en su primera comparecencia ante la prensa después de que la Comisión Electoral (IEC) le declarara presidente, Karzai ya prometió luchar contra la corrupción y consolidar el Estado de Derecho en Afganistán durante su próximo mandato.

Pese a insistir en pedir independencia política, el Gobierno aclaró que es "esencial" un diálogo en el marco internacional para lograr sus objetivos.

Karzai, que obtuvo el 49,67 por ciento de los sufragios en un primera vuelta electoral salpicada por las denuncias de fraude, fue declarado presidente el día 2 después de que su rival, Abdulá Abdulá, decidiera renunciar a la segunda ronda al alegar que la maquinaria del fraude seguía intacta.

Tras la renovación de mandato de Karzai, el presidente de EEUU, Barack Obama, instó al político pastún a "abrir un nuevo capítulo" en Afganistán y erradicar la corrupción.

El primer ministro británico, Gordon Brown, pidió también lucha contra la corrupción e incluso advirtió ayer a Karzai de que perderá el apoyo de la comunidad internacional si no logra varios objetivos, entre ellos la seguridad y el desarrollo económico del país.

Más lejos fue el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, quien afirmó que Karzai es "un corrupto" a quien, sin embargo, la comunidad internacional debe "legitimar".

Durante las últimas semanas las potencias extranjeras han apoyado entre bambalinas un hipotético Gobierno de unidad nacional en el que Karzai acogería en su Gabinete a Abdulá, algo a lo que éste se ha negado.

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