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El Gobierno arropa a Sacyr en Panamá

Anima a las constructoras a pujar por proyectos estrella

 

SUSANA R. ARENES

La visita de Luis del Rivero, presidente de Sacyr, a las obras de ampliación del canal de Panamá, que la constructora ganó en julio del año pasado, cobró el lunes rango institucional. El secretario general de Presidencia del Gobierno, Bernardino León, visitó las excavaciones del tercer juego de esclusas en la entrada del océano Pacífico en un gesto de apoyo del Gobierno a la internacionalización de las empresas y, en concreto, de Sacyr, adjudicataria del mayor proyecto de infraestructuras del mundo, que costará 3.200 millones de dólares (2.600 millones de euros).

León destacó la importancia de una obra que citó como escaparate de las constructoras españolas en el mundo y expresó su deseo de que las empresas del sector brillen en otros proyectos emblemáticos que mencionó, aunque algunos ni siquiera están proyectados, como el túnel en el Estrecho entre Gibraltar y Marruecos o el túnel bajo el Bósforo en Estambul, ya en construcción y en el que no hay presencia española.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero podría haber protagonizado el gesto de León si no hubiera suspendido su viaje a Brasil por la negociación de la reforma laboral, entre otros asuntos. Tras visitar Brasil, León viajó a Panamá, donde acompañó a Del Rivero en un almuerzo con el presidente del país, Ricardo Martinelli, y el vicepresidente, Juan Carlos Varela.

La maquinaria diplomática española y el acompañamiento a las empresas empieza a funcionar en un momento delicado para las constructoras, que tendrán menos obra pública en España por el recorte en la inversión de Fomento. Italia también presiona internacionalmente para favorecer a sus empresas. De hecho, el consorcio ganador de la ampliación del canal está formado, además de por Sacyr (con un 48%), por la italiana Impregilo (con otro 48%). En unos días visitará Panamá el ministro de Exteriores, Franco Frattini, y el 30 de junio lo hará el primer ministro, Silvio Berlusconi, para la cumbre con Centroamérica. Zapatero no asistirá por el traspaso de la presidencia española de la UE.

Panamá es objeto de deseo para las constructoras de medio mundo por su ambicioso plan de infraestructuras, de 10.500 millones de euros en cinco años. Además, el tratado para evitar que las compañías españolas paguen impuestos en ambos países (doble imposición) se firmará en los próximos meses.

Del Rivero consideró 'necesario' el plan de ajuste del Gobierno y reclamó 'imaginación' para compensarlo. Según el consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique, el Plan Extraordinario de Infraestructuras español (de 17.000 millones en dos años) 'teóricamente es perfecto'. Si Fomento 'consigue llevarlo a la práctica, compensará el recorte' para las constructoras y, por ende, su actividad y su efecto en el empleo.

Una oportunidad para los astilleros Navantia

Los astilleros españoles Navantia, que han pasado apuros en el pasado por la falta de pedidos, están interesados en la fabricación de las 16 compuertas de acero que formarán las nuevas esclusas del canal de Panamá. El sistema permite nivelar el agua del canal.

El jugoso contrato, de 400 millones de dólares (325 millones de euros), se adjudicará en torno a septiembre. Navantia, cuyo capital está en manos del Estado, no lo tendrá fácil porque competirá con astilleros chinos, japoneses y coreanos.

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