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El Gobierno checo, presidente de la UE, pierde moción de censura

Reuters

El Gobierno en minoría de centroderecha del primer ministro checo, Mirek Topolanek, perdió el martes una moción de censura, lo que podría sacarle del poder en plena presidencia semestral de la Unión Europea.

Topolanek se mostró dispuesto a dimitir, aunque la oposición socialdemócrata dijo antes de la moción que su gobierno podría quedarse a completar la presidencia europea hasta el 30 de junio.

Por su parte, la Comisión Europea dijo que confía en que República Checa continúe ejerciendo la presidencia.

Es el tercer gobierno que cae en el este de Europa en 2009 tras los de Letonia y Hungría, cuyas economías se han visto dañadas por la crisis financiera mundial, aunque el caso checo tiene más que ver con disputas políticas internas.

República Checa se ha visto menos afectada por la crisis que otros países de la región. La coalición de tres partidos lleva en el poder desde 2007 pero en una situación de debilidad, al no tener mayoría parlamentaria.

El martes perdió la moción por un solo voto, después de que varios tránsfugas apoyaran a la oposición de izquierdas.

La oposición culpa al Gobierno de una mala gestión económica. El líder de los socialdemócratas, Jiri Paroubek, dijo que se podría formar un gobierno independiente de expertos en el verano que lleve el país a unas elecciones anticipadas en otoño o primavera. Las próximas elecciones estaban previstas para mediados de 2010.

Topolanek había dicho el lunes que si era derrotado deberían celebrarse elecciones anticipadas en verano.

Ante la división del Parlamento será muy difícil formar un nuevo Ejecutivo si no hay un acuerdo entre los principales rivales, los Demócratas Cívicos de derechas de Topolanek y los Socialdemócratas, partidarios de políticas de mayor gasto e impuestos y que han rechazado los planes de una reforma sanitaria.

En política exterior apoyan la integración europea pero rechazan el plan de Estados Unidos de instalar un escudo antimisiles en el país.

Pero los analistas han dicho que su margen de maniobra se vería dificultado por su deseo de entrar en la eurozona, para lo que no tienen fecha.

La economía checa ha padecido un descenso en las exportaciones, pero sus bancos no han necesitado planes de rescate, no hay una gran exposición a la deuda externa y no ha habido manifestaciones de protesta.

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