El Gobierno ha enviado a Mogadiscio al embajador de España en Kenia para acelerar la solución del secuestro del pesquero "Playa de Bakio", según ha decidido la comisión coordinadora de seguimiento de este suceso que encabeza la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

El Ejecutivo señala que el Ministerio de Asuntos Exteriores sigue en contacto continuo con los familiares de los tripulantes del barco, que, "según las informaciones de las que se dispone, se encuentran bien".

La comisión, constituida ayer para el seguimiento del secuestro del pesquero, se ha reunido esta mañana en el Complejo de la Moncloa y ha decidido que el embajador de España en Kenia se desplace a la mayor brevedad posible a Mogadiscio, con el fin de acelerar el proceso de liberación de los marineros.

El Gobierno asegura que está efectuando un seguimiento permanente, "punto a punto", de la situación del "Playa de Bakio", que actualmente se encuentra fondeado en las proximidades de la costa somalí, mientras que la fragata de la Armada "Méndez Núñez" sigue navegando hacia la zona.

Además el Ejecutivo español continúa los contactos con las autoridades del Gobierno federal de transición de Somalia, que "han expresado todo su apoyo" en la búsqueda de una solución rápida y satisfactoria al secuestro, como también lo han hecho otros organismos internacionales.

Así, la OTAN, al igual que lo hizo ayer la Unión Europea, ha hecho pública una declaración de condena y de apoyo a los esfuerzos diplomáticos de España para resolver el problema.

Se siguen manteniendo asimismo constantes conversaciones con otros países, como Francia y Estados Unidos, que, según el Gobierno, ya están prestando su colaboración técnica para contribuir a la solución del secuestro.

El Gobierno recuerda que en lo que va de año se han producido en la zona ocho secuestros de barcos de diferentes países, lo que refleja la "seriedad" del problema de la piratería.

Ayer mismo fue atacado un gran petrolero japonés, que, sin embargo, consiguió eludir la acción de los piratas que querían apoderarse del barco.