El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, ha ofrecido negociar con grupos insurgentes locales, incluida la red Haqqani, a la que EEUU acusa de estar vinculada a su aparato de seguridad, informa hoy el diario Express Tribune.

"Si las negociaciones no funcionan, el Gobierno lanzará una operación militar en las áreas tribales", dijo Gilani, que hizo estas declaraciones durante una reunión ayer con directores de medios de comunicación del país asiático.

El mandatario no se refirió en concreto a la región de Waziristán del Norte, donde supuestamente tiene su feudo la red Haqqani, sino en general al cinturón tribal fronterizo con Afganistán, donde tienen su dominio numerosas facciones talibanes y grupos yihadistas.

Guilani agregó que la estrategia para esta intervención armada será similar a la adoptada en 2009 con los talibanes del valle de Swat (norte), donde previamente se alcanzó un acuerdo con los insurgentes que luego fue roto y dio paso a una operación militar.

En los últimos años, EEUU ha estado presionando sin éxito a Pakistán para que actúe en Waziristán del Norte contra la red Haqqani, a la que responsabiliza de numerosos ataques en territorio afgano.

La presión ha aumentado en los últimos días y el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Mike Mullen, ha llegado a calificar a este grupo de ser "un verdadero brazo" de la principal agencia de los servicios secretos de Pakistán (ISI).

Estas acusaciones han causado un gran revuelo en Pakistán, donde la semana pasada se celebró una conferencia multipartita, convocada por el Gobierno, que respaldó a las Fuerzas Armadas.

Desde su entrada en el poder en 2008, el Ejecutivo de Guilani, un aliado sobre el papel de Washington, ha ordenado al Ejército lanzar ofensivas en todos los distritos que conforman el conflictivo cinturón tribal pero todavía no en Waziristán del Norte.

El Ejército ha detentado, a veces con puño de hierro, el poder en Pakistán durante la mitad de la historia del país asiático, creado en 1947.