Hoy es el día D de la negociación de la reforma laboral, y el Gobierno acude a la que será presumiblemente la última reunión con patronal y sindicatos con un documento en el que detalla con toda claridad su propuesta de cambios 'sustanciales' del mercado de trabajo, tal y como definió el proyecto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la semana pasada. Será la primera propuesta concreta que el Ejecutivo presente en la mesa de negociación, ya que su anterior documento, hecho público el 12 de abril, sólo trazaba líneas generales y no fue sometido a discusión. Dada la premura de tiempo con que se aborda esta última fase del Diálogo Social (el Gobierno quiere aprobar la reforma en el Consejo de Ministros del 16 de junio), se considera que la propuesta es la definitiva, aunque fuentes del Ejecutivo insisten en que 'está abierta a negociación' con la patronal CEOE y con los sindicatos UGT y CCOO.

El eje de la reforma será, como estaba previsto, la generalización del llamado contrato de fomento del empleo, que contempla una indemnización por despido de 33 días, frente a los 45 días de las contrataciones ordinarias. Aunque últimamente se había especulado con la posibilidad de que los sindicatos hubieran presionado para que la generalización no fuera completa, el Gobierno mantendrá su intención inicial, y por lo tanto extenderá los 33 días a los hombres de 30 a 45 años que lleven menos de seis meses en paro, el único colectivo excluido de la actual normativa. En cualquier caso, la decisión sólo afectará a los contratos futuros; los actuales conservarán la indemnización de 45 días.

La negociación colectiva y el modelo austriaco, puntos de conflicto

Pese a la oposición sindical a esta ampliación del contrato de fomento del empleo, donde el Gobierno prevé más oposición de los agentes sociales es en otras dos propuestas, que también se han manejado en las últimas semanas y que figuran en el documento que será presentado hoy por el Gobierno: la reforma de la negociación colectiva y la aplicación del denominado modelo austriaco a las relaciones laborales.

El documento hace referencia a la necesidad de descentralizar la negociación colectiva, y, aunque no entra en muchos detalles, previsiblemente suscitará el rechazo de los sindicatos, que consideran que una propuesta de esa naturaleza interfiere en las relaciones con los empresarios.

También se prevén fricciones en el debate sobre el modelo austriaco, que se adaptará al mercado laboral español. El Gobierno establecerá una especie de fondo individual para cada trabajador, que se nutrirá periódicamente con aportaciones empresariales. Esa mochila podrá ser usada a discreción por el empleado en caso de despido, lo cual presumiblemente incentivará a los desempleados a buscar un nuevo puesto de trabajo.

El Ejecutivo y los sindicatos son poco optimistas ante la reunión de esta tarde

La clarificación de las causas del despido objetivo también está encima de la mesa de negociación, y el Gobierno pretende estimular a los empresarios para que recurran a esta opción, que se indemniza con sólo 20 días por año.

El Gobierno no es optimista sobre el desenlace de la reunión de hoy dadas las diferencias que persisten sobre algunos temas clave. Los sindicatos acuden también a la cita de esta tarde con escasas esperanzas de cerrar un acuerdo, máxime después del último encontronazo con la patronal, que ha pedido un recorte salarial en línea con la reducción de los funcionarios. Fuentes sindicales sospechan, por otra parte, que el Gobierno podría acometer la reforma laboral en dos fases.