El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, aseguró el viernes en una comparecencia ante la Asamblea de Madrid que no ordenó y no conocía la existencia de una supuesta trama de espionaje a altos cargos del gobierno de la capital.

"Tengan ustedes la completa seguridad de que no he ordenado, ni amparado, ni conocido jamás que se haya producido ninguno de los hechos a los que se ha referido esta información", aseguró Granados.

El consejero señaló además que había encargado una investigación reservada sobre la supuesta trama publicada por el diario El País.

"La semana en la que surgieron estas informaciones yo ordené a la secretaria general técnica que actúa como federataria que abriese una investigación reservada sobre estas cuestiones", dijo.

"Como consecuencia de esa información reservada se tomó testimonio o se entrevistó a todos los altos cargos relacionados al menos con las informaciones, por lo tanto todos los altos cargos dependientes de esa dirección general", agregó.

Tanto Granados como la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, habían negado ya con rotundidad la existencia de la red de espionaje, un tema sobre el que el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha pedido una investigación interna.

El escándalo ha llevado a que un tribunal madrileño haya abierto diligencias por considerar que los hechos podrían ser constitutivos de un delito penal.

El diario El País dijo haber tenido acceso a unos 'dossiers' de seguimientos realizados al vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, y al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, mano derecha del primer edil, Alberto Ruiz-Gallardón.

Según la publicación, un grupo de ex agentes de policía y de guardias civiles estarían a sueldo de la Consejería de Interior del gobierno regional al estilo de un "servicio secreto particular".

COMISIÓN Y DIMISIÓN

El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, pidió la creación urgente de una comisión de investigación.

"O crea esa comisión de investigación, o el consejero Granados tiene que dimitir en el día de hoy. Ha sido una respuesta insatisfactoria, desde luego", afirmó en declaraciones a los periodistas.

Desde Izquierda Unida, su portavoz en la Asamblea de Madrid, Inés Sabanés, fue tajante.

"No pueden mirar hacia otro lado, es una irresponsabilidad y es una barbaridad democrática que permitan eludir su responsabilidad (...) Usted va tarde, usted va mal, usted no ha dado explicaciones, usted debe de ser cesado o debe de dimitir", afirmó.

Según un sondeo publicado el viernes por El País realizado entre el 22 y el 27 de enero, el Partido Popular ha sufrido una caída de 7,6 puntos frente al PSOE en intención de voto, afectado por la supuesta trama.

La encuesta de Metroscopia situó al PP a 7,6 puntos de los socialistas, frente a los 2,9 puntos registrados en las elecciones del pasado marzo.

Mientras, otra encuesta de Publiscopio para el diario Público realizada antes de que se destaparan los hechos, redujo a 3,5 puntos la diferencia entre ambas formaciones, lo que consolida la tendencia de distanciamiento ya registrada en meses anteriores.

Rajoy ha calificado el asunto de "especialmente grave", y el jueves hizo un llamamiento a sus militantes pidiéndoles "altura de miras".

"En momentos difíciles, y no sólo en lo económico, es el momento de ofrecer grandeza, altura de miras, es el momento para demostrar que lo único que tenemos que atacar en política son los problemas de los ciudadanos. Es el momento de que todo el PP de España se eleve por encima de su ombligo y apoye a sus candidatos", afirmó.