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Grandes fortunas echan un cable a las autonomías comprando deuda

Alicia Koplowitz, la familia constructora Del Pino y el expromotor Manuel Jove adquieren bonos autonómicos por valor de 15 millones de euros

 

SUSANA R. ARENES

El dinero no sabe de caridad pero, de vez en cuando, al buscar su beneficio, de rebote, también ayuda a otros. Varios grandes ricos han empezado a comprar títulos de deuda que emiten las comunidades autónomas en el mercado para poder financiarse. Alicia Koplowitz, la sexta fortuna española en la lista Forbes; la familia Del Pino, dueña de la constructora Ferrovial, y el fundador de la promotora gallega Fadesa, Manuel Jove, han invertido en el primer semestre de este año 15 millones de euros en títulos de la Comunidad de Madrid, la Generalitat catalana, la Xunta de Galicia y Murcia.

Son inversiones que no constaban al cierre de 2010 en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las grandes fortunas las realizan a través de sus sicav (sociedades de inversión de capital variable), que son instrumentos que les permiten pagar el mínimo de impuestos.

La familia Del Pino invierte en Madrid y el gallego Jove, en Galicia

La mayor inversora ha sido Alicia Koplowitz, que hace 13 años decidió vender su parte de la constructora FCC a su hermana Esther y, desde entonces, invierte el dinero conseguido a través de su sicav Morinvest (la mayor de todas estas sociedades), gestionada por el que fue presidente de Repsol, Óscar Fanjul. Koplowitz ha invertido 10,6 millones en deuda de las autonomías en un momento en el que casi ni los bancos ni las cajas se atreven a hacer demasiados préstamos a las comunidades. De esta cantidad, Koplowitz ha destinado 2,9 millones a bonos que la Xunta de Galicia emitió en junio pasado ofreciendo una remuneración de nada menos que el 6,22%. Con otros 2,9 millones ha comprado bonos de la Generalitat de Catalunya, que tienen una rentabilidad del 4,13%. Y, dentro de la deuda pública a más de un año, ha invertido también casi un millón de euros (907.000 euros, en concreto) en bonos de la Comunidad de Madrid, remunerados al 4,99%.

Además, al margen de esos bonos, Koplowitz ha adquirido una cuantía mayor, 3,8 millones, en pagarés de la Comunidad de Murcia. En este caso, se trata de títulos de deuda pública a corto plazo, que es la que menos interesa emitir a las comunidades autónomas, a no ser que tengan necesidades urgentes de liquidez, porque tienen que devolver el dinero captado a los inversores en un máximo de un año.

No se descarta que las comunidades hayan pedido ayuda directa a los ricos

Otro de los ricos que ha echado un cable, involuntariamente o no, a la comunidad que preside Esperanza Aguirrees la familia del Pino, que controla Ferrovial. Ha adquirido 4,7 millones en bonos que ofrecen una rentabilidad del 4,11% y que vencen dentro de cinco años a través de dos de sus principales sicav, Chart de Inversiones y Addition.

También Manuel Jove, el primer accionista de BBVA (con el 5% del capital) ha empezado a invertir en deuda autonómica. Pero mucho menos. El expromotor gallego ha invertido 249.000 euros en títulos de la Xunta de Galicia.

La razón principal de que los adinerados se interesen ahora por la deuda autonómica no es, ni más ni menos, que por la alta rentabilidad que da. Ni la Bolsa, que lleva cuatro años de volatilidad y convulsión, ni tan siquiera los depósitos de los bancos ofrecen más del 4% anual. Pero comprando bonos logran una remuneración de hasta el 6%.

Como ahora las comunidades autónomas tienen muy difícil colocar sus bonos entre inversores institucionales, como los bancos, (como se ha visto en el caso de Catalunya), suben al máximo la rentabilidad y buscan a los particulares. Además, suelen hacer ronda de inversores buscando compradores y, dentro de estos contactos habituales, no se descarta que los gobiernos autonómicos hayan pedido ayuda directa a las grandes fortunas. Para ellas, no se trata de un fuerte dispendio, pero no deja de suponer un apoyo a las comunidades.

Algunas autonomías están pasándolo mal para conseguir liquidez. No es que sean insolventes, es que también sufren el cierre del grifo del crédito por parte de la banca. Muchas se ven abocadas a emitir más deuda pública para financiarse captando inversores en este mercado, ahora muy poco receptivo por la crisis de deuda de los países que está dañando a España. Andalucía, la cuarta autonomía más endeudada, recurre también a esta opción. Hoy lunes lanza una emisión de bonos a un año por 400 millones, ampliable a 600, que ofrecen una rentabilidad del 4,25%. Aspira a venderlos entre particulares, dada la desconfianza de los inversores institucionales, y lo más probable es que intente colocarlos a través de bancos y cajas, que los ofrecerían a sus clientes. 

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