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El grito "Liberad a Ingrid" Betancourt resuena en París y otras ciudades

EFE

El grito "Liberad a Ingrid" resonó hoy en París y otras grandes ciudades galas en "marchas blancas" por la liberación de la rehén de las FARC, que unieron en un mismo clamor a personalidades como la presidenta de Argentina, la Primera Dama de Francia, ministros y miles de manifestantes anónimos.

Unas 30.000 personas, según los organizadores, 5.000 según la policía, desfilaron en París tras un acto ante la Ópera en el que la mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pidió a su colega colombiano que "facilite un canje humanitario", y el jefe de la diplomacia gala, Bernard Kouchner, aseguró que Francia "nunca" cejará en sus esfuerzos.

"Quien más esfuerzo debe hacer" para eliminar los obstáculos a la liberación de Ingrid Betancourt "son precisamente quienes tienen la responsabilidad de conducir las instituciones de la democracia y facilitar el canje humanitario", afirmó Fernández, en una alusión al presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

La rehén colombo-francesa, de 46 años, que fue candidata a la presidencia de Colombia, está en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde febrero de 2002 y se encuentra en un delicado estado de salud.

Las gestiones por ahora infructuosas por liberarla se perfilan como el tema estrella del encuentro del lunes entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su colega argentina, cuya visita relámpago a París concluirá mañana.

Fernández insistió en que "los derechos humanos deben prevalecer sobre toda otra cuestión" y, al final de la "marcha" ante la Cámara de los diputados, volvió a dirigirse al Gobierno colombiano para que "comprenda que deben cesar las operaciones militares para poder arribar a un final feliz en esta triste historia".

Uribe ya ha prometido suspender las operaciones militares en la zona donde debería operar la "misión humanitaria" enviada por Francia a favor de Betancourt, pero rehúsa desmilitarizar la vasta área de Colombia que reclaman las FARC para negociar un canje entre unos 40 rehenes y 500 guerrilleros encarcelados.

La misión humanitaria, organizada por Francia, España y Suiza, y su avión medicalizado están varados en Bogotá desde el pasado jueves a la espera de que la guerrilla diga si puede llegar hasta Betancourt para dar atención médica a una mujer que corre "peligro de muerte inminente", según Sarkozy.

"Hoy la gente nos pregunta si vamos a parar esta misión humanitaria", dijo el ministro Kouchner, y añadió: "No vamos a parar esta misión, no pararemos estas gestiones. No las pararemos nunca".

Si las FARC no responden, "volveremos a empezar", aseguró el jefe de la diplomacia francesa al insistir en que es "sólo una etapa".

"Esperamos que sea la última, pero si no lo es, repetiremos todo eso", dijo Kouchner, quien consideró "un acontecimiento considerable" la presencia hoy de la presidenta argentina, junto a responsables de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Kouchner destacó el papel de Fernández y señaló que los líderes de América Latina están ahora junto a Francia en una "actuación colectiva hacia la liberación de Ingrid, y vamos a continuar".

Carla Bruni-Sarkozy, desde hace dos meses Primera Dama de Francia, se unió ante la Ópera a las personalidades y comentó que "el desamparo" de los familiares de Betancourt le "conmueve".

"Puedo decirles que mi marido no desistirá", afirmó la esposa del Presidente francés, quien ha hecho de la liberación de la rehén una de sus prioridades desde su llegada al Elíseo el pasado mayo.

Ante los participantes en la "marcha" agolpados ante la Ópera, el hijo menor de Betancourt, Lorenzo, dijo: "Libertad para todos (los rehenes). Que estos gritos crucen el Atlántico para que mamá los oiga" y también "el presidente Uribe y las FARC".

Confiado en que "el mundo entero" no permita "lo que está pasando", su padre y ex marido de Betancourt, Fabrice Delloye, dijo a Efe que si Ingrid muere "en la selva", será la "muerte política" de la guerrilla, pero también será "responsabilidad" de Uribe.

Entre los participantes en la marcha de París, donde muchos vestían de blanco o llevaban cintas, pañuelos o flores de ese color e incluso alas de ángel, hubo ministros, políticos de varias ideologías, y personalidades culturales y deportivas.

También acudió el segundo hijo de Sarkozy, Jean, por "amistad y solidaridad" con Lorenzo Delloye.

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