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Los guardias civiles ganan voz

El nuevo Consejo del Cuerpo deberá ser consultado forzosamente de manera periódica

ÁNGEL MUNÁRRIZ

El ambiente de campaña anticipa cambios irreversibles en la Guardia Civil, que vive un proceso histórico que desembocará el 22 de enero en las elecciones al Consejo. Este nuevo órgano supondrá una profundización democrática en el funcionamiento del Cuerpo al sustituir al fallido Consejo Asesor de Personal (CAP): mientras que éste era un simple 'cauce de comunicación interna que permite conocer los problemas' de los agentes sobre cuestiones de personal, según lo definía la Ley de Régimen de Personal de la Guardia Civil de 1999, el órgano que lo sustituye tiene funciones mucho más amplias y es de consulta obligada.

Sus atribuciones quedan definidas en la Ley de Derechos y Deberes de 2007, que da a este órgano la facultad de 'tener conocimiento y ser oído previamente' en todos los temas que levantan ampollas: estatuto de los agentes, salarios, vacaciones, descansos, formación y previsión social. Las asociaciones que concurren a las elecciones e incluso la Guardia Civil, a través de portavoces oficiales, coinciden en que el cambio dará más voz a los agentes ante la dirección.

Unos 73.000 agentes, que por primera vez podrán elegir entre candidatos presentados por asociaciones profesionales (lo más parecido en el Cuerpo a los sindicatos), están llamados a las urnas para votar en cuatro escalas: oficiales superiores (un vocal), oficiales de escala facultativa (un vocal), suboficiales (dos) y cabos y guardias (11). A estos 15 vocales se sumarán otros 15 elegidos por Interior y Defensa.

'Claro que no es la panacea, pero el Consejo abre una etapa trascendental del ciclo asociativo', afirma Alberto Moya, secretario general y cabeza de lista en la escala de guardias por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGG), mayoritaria con 27.000 miembros y la única que se presenta en todas las escalas. La AUGC, cuyo mensaje se sintetiza en 'dignidad profesional y equiparación salarial', parte como clara favorita en los comicios. Hasta sus adversarios le dan como ganador en la escala de guardias (entre 7 y 9 vocales).

Más difícil lo tendrá entre oficiales y suboficiales por la fuerza de las asociaciones exclusivas de estas categorías. 'Si los de nuestra escala no nos votan a nosotros, será dejar nuestra representación en manos de la escala básica', afirma José Francisco Silva, cabeza de lista de la Asociación de Suboficiales.

La Unión de Oficiales, que se presenta en las dos escalas superiores, subraya que sus propuestas son tanto para la Guardia Civil en su conjunto como para sus socios, los oficiales. 'Buscamos la modernización y la democratización del Cuerpo, que necesita más medios', afirma su coordinador de prensa. Esta asociación remitirá al Ministerio del Interior y a la Dirección General una propuesta para la integración de las cuatro escalas de oficiales. 'Ahora mismo son un desbarajuste. Sólo hay un 4,11% de mandos, mientras la Policía tiene más de un 12% y el Ejército más de un 15%. Un Cuerpo tan extenso necesita una modernización en este sentido'.

La Unión de Guardias Civiles (UGC), segunda con 7.000 miembros, encarna las posturas más críticas. 'No nos creemos el proceso de modernización, como AUGC, que va de la mano del Gobierno', afirma Miguel Ángel Lezcano, que se considera 'sindicalista'. Lezcano acusa a la asociación mayoritaria de haberse 'lavado la cara' con su reciente plante a un acto de Zapatero después de meses de 'reunirse a solas con el Ministerio del Interior'. 'Lo que hemos hecho ha sido combinar negociación con presión', se defiende Moya, de la AUGC.

Más derechos

El Consejo se reunirá normalmente una vez al trimestre. La presidencia, en manos del ministro de Interior, podrá convocarlo de forma extraordinaria. La ley que crea el Consejo fija como uno de sus fines “mejorar las condiciones profesionales de los integrantes” de la Guardia Civil.

El director, clave

Las asociaciones temen que una actitud escéptica de la dirección inutilice el Consejo. Joan Mesquida es citado como ejemplo de director que, pese a las limitaciones del CAP, creyó en la participación. La decisión de dar sólo tres días libres a los candidatos para la campaña se considera un mal augurio.

Elección decisiva

Se presentan ocho asociaciones y una agrupación de electores exclusiva de oficiales superiores. La que no saque vocal quedará fuera de las subvenciones y correrá serio riesgo de morir. Todo apunta a que AUGC, UGC y las exclusivas de oficiales y suboficiales se repartirán la tarta del Consejo.

Poca participación

La abstención del 98% en las elecciones al Consejo Asesor de Personal hace temer poca participación. AUGC se esfuerza en transmitir fe en el futuro Consejo, dejando bien claro que supone un antes y un después. UGC, pese a su escepticismo sobre el mismo, también anima calurosamente al voto.

Ayuda externa

El proceso incluye agentes externos. AUGC tiene protocolos de colaboración con CCOO y con el Sindicato Unificado de Policía; UGC, con UGT y con la Unión Federal de Policía. Los sindicatos policiales son el espejo en el que se miran, con envidia, las asociaciones de guardias.

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