Sus inconfundibles ojos azules todavía se iluminan cuando habla de fútbol, pero ahora conversar con Johan Cruyff (Ámsterdam, 1947) es hacerlo con un hombre obsesionado por su fundación. Utiliza indistintamente palabras como equipo, superación o integración para referirse al deporte profesional o al de sus chicos discapacitados. 'Es fácil decirlo ahora que soy mayor, pero la satisfacción de ver progresar a estos niños provoca mayor plenitud que cualquier gol, victoria o premio', sentencia el holandés de los infernales cambios de ritmo que en los setenta ganó hasta tres ocasiones el Balón de Oro. El Flaco presenta mañana el Catalunya-Argentina del 22 de diciembre y pide aplazar hasta entonces las preguntas sobre la selecció.

¿Qué le pareció el clásico?

Un Barça-Madrid siempre es especial, no vale nada de lo escrito de antemano. Cuando uno juega bien, el otro hace lo imposible por igualarlo; y eso hizo el Madrid. Y muy bien.

Hay quien defiende que fue un partido soberbio. Otros, en cambio, sostienen que con un solo gol, no cumplió con las expectativas. ¿Se alinea pues con los primeros?

Lo cierto es que nadie se levantó de la silla hasta que el árbitro pitó el final. Fue un partido muy tenso y bonito.

Pellegrini dijo que el Madrid, como mínimo, mereció el empate.

Tuvo sus posibilidades en la primera parte, como la que paró Valdés, que estuvo muy bien, al principio. Pero si juegas media hora contra diez y no creas oportunidades, no puedes decir que el resultado fue injusto.

Con la expulsión de Busquets, Guardiola cambió a un medio por otro, en vez de sentar a un delantero. ¿Cruyffada, locura u osadía?

Lo que hizo Pep fue poner orden; todo el mundo a su posición habitual e Iniesta, que estaba de falso delantero por la banda, al medio campo. Sin problema, porque él es centrocampista. El Barça jugaba bien y si hubiese sacado del campo a un delantero, hubiese cambiado totalmente.

'Este Barça bebe del fútbol total de la Holanda del 74 de Rinus Michels'

Apuntó en El Periódico que en la primera parte al Barça le faltó profundidad. ¿Es un problema tener tantos jugadores que quieren el balón al pie?

No. No sólo Henry puede jugar al espacio. Lo que yo quería decir es que el delantero tiene que hacer el campo largo. Así, facilita que haya más espacio en el medio campo, evita el atasco. En la primera parte, el Barça perdió más balones de los que suele habitualmente.

¿El Barça de Guardiola es un buen exponente del fútbol total que defendía Rinus Michels cuando usted jugaba?

El fútbol total es la base del juego de este Barça, pero de eso hace muchos años [se ríe].

¿Reconoce su propio influjo en este equipo?

Ver jugar así al Barça es un orgullo. Es indiscutible que bebe del fútbol que practicamos en el Ajax a principios de los setenta, de la Holanda del Mundial de Alemania 74, de cuando yo entrené aquí... La base del estilo está muy definida, es una filosofía que gusta a la gente. En el fútbol no todo son los resultados, al final trabajas para el público y a la gente le gusta este estilo.

Pero también despierta envidias.

El estilo del Barça gusta en el mundo entero.

Tras el triplete, dijo que la temporada complicada sería esta, la de la confirmación.

Sí, pero creo que el equipo está defendiendo muy bien lo que consiguió el año pasado. Hasta ahora.

Usted ganó el Balón de Oro en 1971, 1973 y 1974. El martes se lo dieron a Messi, Xavi fue tercero e Iniesta, cuarto

Es un premio al Barça, al equipo.

Fue usted de los pocos críticos con La Pulga. Bueno, también Maradona se quejó de su 'individualismo'. ¿Cree que Messi ha crecido con Pep Guardiola?

Messi puede aprender mucho todavía y parte con una ventaja muy importante: tiene una muy buena base. Luego, también hay que tener en cuenta el tema de la edad. Con el paso de los años uno mejora porque aprende de su propia experiencia. Tener esa base tan buena es una ventaja para sobrevivir.

'El Madrid jugó media hora contra diez sin crear peligro; no pueden quejarse del marcador'

Se respira felicidad entorno al equipo.

En el fútbol, como en la vida, lo importante es que la gente lo pase bien, que se ría, por salud. Cuando entras en la web de mi fundación lo primero que oyes son las risas de los niños discapacitados con los que trabajamos.

Los niños que disfrutan de sus proyectos, ¿saben quién es?

Sí, claro, son discapacitados pero no tontos.

Hombre, ya lo sé, lo decía por la edad.

Los niños lo saben todo.

Cuando habla del trabajo de la fundación, insiste también en la importancia del equipo. ¿Por qué?

Equipo, siempre equipo. Eso también pasa en el fútbol; uno solo puede hacer poquito, pero en equipo... Con el esfuerzo de muy poca gente te das cuenta que conjuntamente puedes sacar un rendimiento enorme de lo que haces.

'Ver jugar al Barça de Pep es un orgullo; su estilo gusta en el mundo entero'

La historia que cuenta en la web de por qué pensó en crear esta fundación es extraordinaria, por sencilla.

Sí, cuando nos fuimos a Estados Unidos [jugó en Los Ángeles y Washington a principios de los ochenta] teníamos unos vecinos con un niño con Síndrome de Down que solía estar solo en el jardín de la casa. Un día, cuando volvía de entrenarme, le enseñé a dar unos toques [con el balón]. Luego, ya me esperaba allí con la pelota. Al cabo de unas semanas lo encontré jugando con los otros niños del vecindario. Con muy poco puedes mejorar la calidad de vida de estos niños, su integración. El deporte ayuda a ello, también en la lucha contra la obesidad.

¿Nos olvidamos demasiado a menudo que el deporte no es sólo la competición profesional?

Le voy a dar un ejemplo. Si un niño va en silla de ruedas y juega al tenis, tendrá que recoger mil veces la pelota. Luego, si en casa se le cae un tenedor al suelo, lo podrá recoger él solo sin problemas. Con el deporte habrá trabajado la parte superior de su cuerpo y, probablemente, también podrá ir al baño o ducharse solo. Con el deporte consiguen calidad de vida. Y lo mismo ahora con el problema de la obesidad. Eso es lo que intentamos promover desde la fundación.