Cientos de habitantes de Copiapó, la ciudad donde vive la mayoría de los mineros atrapados en la mina San José, salieron esta noche a celebrar en las calles el rescate de los primeros obreros.

"Es un milagro, es un milagro", gritaba el conductor de una camioneta de doble cabina en la que flameaba una gran bandera chilena, mientras en otros vehículos los lugareños portaban grandes pancartas con frases como "Arriba los mineros" o "Grande los mineros".

Las principales calles de Copiapó, situada a unos 830 kilómetros al norte de Santiago, fueron copadas por los automovilistas que hacían sonar bocinas y trompetas.

La ciudad emplazada en pleno desierto de Atacama, con más de 200.000 habitantes, amaneció este martes engalanada con banderas.

El alcalde Maglio Cicardini, informó de que los colegios públicos no tendrán clases este miércoles con el fin de lo que niños puedan celebrar "este gran acontecimiento".

Cicardini indicó que piensa declarar a los mineros "hijos ilustres" de la ciudad y que a cada uno de ellos se les entregará una medalla.

En varias avenidas principales de Copiapó se instalaron pantallas gigantes para que sus habitantes puedan observar en directo el rescate de los mineros.

En todas las iglesias de esa localidad, las campanas comenzaron a repicar nada más salir el primer minero rescatado y durante todo el día se oficiaron misas en espera de la salida de los primeros obreros.

En tanto, en la Plaza Italia de Santiago, lugar tradicional de celebraciones, especialmente de eventos deportivos, llegaron apenas unas veinte personas para celebrar el rescate de los mineros, debido a lo avanzado de la hora.