Público
Público

Las heces de ballena ayudan a compensar el dióxido de carbono

Reuters

Los cachalotes del Océano Antártico compensan las emisiones de dióxido de carbono con la defecación, dijeron el miércoles científicos, liberando toneladas de hierro al año que estimulan el crecimiento del fitoplancton, que a su vez absorbe el dióxido de carbono.

Cada ballena libera unas 50 toneladas de hierro al año, su manera natural de fertilizar y estimular el proceso de la fotosíntesis.

Los 12.000 cachalotes que se estima que habitan en el Océano Antártico absorben unas 400.000 toneladas de carbono cada año, dos veces la cantidad que liberan al respirar, dijeron científicos de la Universidad de Flinders, en el sur de Australia.

"Ellos comen su dieta, principalmente calamares, en las profundidades del océano y defecan en las aguas más superficiales donde crece el fitoplancton, ya que tiene acceso a la luz del sol", dijo la bióloga marina Trish Lavery, que dirigió el estudio científico en la Universidad de Flinders, en un comunicado.

"Las heces de los cachalotes son ricas en hierro, que estimula el crecimiento del fitoplancton y atrapa carbono. Cuando el fitoplancton muere, el carbono atrapado se hunde hacia el fondo del océano", dijo Lavery.

El estudio sobre las ballenas fue publicado en la revista de investigación biológica 'Proceedings of the Royal Society, Biological Sciences', de la Royal Society.

Lavery dijo que si no hubiera caza de ballenas podría haber unos 120.000 cachalotes en el Océano Antártico y, según sus cálculos, habrían retirado cerca de 2 millones de toneladas de carbono de la atmósfera cada año mediante este proceso.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias