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La hermosa sutileza de Abdullah Ibrahim

EFE

La segunda jornada del Festival de Jazz de San Sebastián ha sido por encima de todo la del hermoso concierto del pianista Abdullah Ibrahim y su grupo Ekaya, un tributo a la sutileza con todas las papeletas para convertirse en lo mejor de esta 46 edición.

Y eso que en el programa doble de esta noche en la plaza de la Trinidad ha habido otro plato fuerte, la excelente alianza de trompetas que han firmado Dave Douglas, Enrico Rava y Avishai Cohen para el proyecto "Tea for 3".

Ibrahim regresaba al Heineken Jazzaldia con el extraordinario currículum de sus actuaciones anteriores, la última esa memorable cita de hace dos años en el teatro Victoria Eugenia.

Hoy, ante un público más numeroso y a cielo abierto, el músico sudafricano ha puesto tres veces en pie a la audiencia, que le ha aclamado tras hora y media de escucha hipnótica de temas tocados con abrumadora sensibilidad.

Ibrahim (Ciudad del Cabo, 1934) decía por la mañana a los periodistas que la serenidad es un principio de vida, el modo con el que hay que afrontar la existencia.

Con su música lo aplica desde luego muy sabiamente, pero no lo hace solo, tiene junto a él a un grupo de músicos jóvenes, compenetradísimos, que funcionan con exquisita precisión.

Esa pauta serena es la que ha adoptado el pianista para iniciar su concierto en solitario, con un "The Mountain" con el que le gusta medir también la respuesta del público, al que ha encadenado "Green Kalahari" y "Blue Bolero", para seguir luego en trío junto a Belden Bullock al bajo y George Gray a la batería.

Después han llegado al escenario los vientos, Andrae Murchinson (trombón), Tony Kofi (saxo barítono), Keith Loftis (saxo tenor) y Cleave Guyton, que ha hecho maravillas con el saxo alto y la flauta.

Han tenido un gran peso los chicos de Ekaya, que han hecho de la contención virtud, perfectamente acoplados para lograr una tímbrica delicada y de belleza espectacular. Y siempre bajo la mirada del maestro, al que parecen saber dar lo que pide en cada momento.

La velada de la Trini la abrieron los trompetistas del "Te para tres", una aventura interesantísima de protagonismo compartido, de compañerismo musical, que cuenta con el estimable acompañamiento del pianista Uri Caine, Linda Oh al bajo y Clarence Penn a la batería.

Dave Douglas ha demostrado en sus pasadas visitas al Festival donostiarra que es un inquieto experimentador abierto a todo tipo de formaciones.

Hace dos años, en el teatro Victoria Eugenia con la Brass Ecstasy, revalidó su amor por Lester Bowie y declaró con un tema propio, "Rava", su admiración al trompetista italiano con el que ahora se ha embarcado en un proyecto que se estrena este verano en las citas jazzísticas europeas.

A ellos se ha unido el israelí afincado en Nueva York Avishai Cohen para integrar este "Tea for 3", una infusión sin aditivos que ha incluido un "Green tea", un precioso tema de Douglas, que se ha encargado de la mayor parte de las composiciones de esta nueva propuesta.

Ha sido un estupendo concierto, no excesivamente largo, como corresponde a los que abren la noche en la plaza de la Trinidad, al que no le habrían sobrado un par de temas más.

Ana Burgueño

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