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Hollande se rebela contra el objetivo de déficit impuesto por Bruselas

El presidente francés marca el camino y renuncia a cumplir el 3% de déficit para este año: 'Sanear las cuentas es una obligación financiera, moral pero también de soberanía'

PÚBLICO / EFE

El presidente francés, François Hollande, reconoció este públicamente que Francia no podrá mantener su compromiso de reducir el déficit público al 3% del PIB, como se había comprometido con la Comisión Europea.

Es la primera vez que en público Hollande hace esta afirmación, que algunos de los ministros de su Gobierno habían adelantado.

En un discurso pronunciado en Dijon, Hollande aseguró que el déficit público en 2013 se situará 'sin duda' en el 3,7%. 'En dos años habremos logrado una recuperación estructural inédita por lo considerable que ha sido', indicó el presidente, que recordó que el déficit público era superior al 5% en 2011.

Hollande señaló que 'la buena estrategia' económica debe pasar por mantener una paulatina reducción del déficit público 'sin que ello debilite el crecimiento económico'.

'Sanear las cuentas es una obligación financiera, moral pero también de soberanía, porque Francia no debe tener nunca dificultades en los mercados', señaló el presidente, que recordó que Francia paga 'en estos momentos los intereses más bajos de su historia'.

Para Hollande, la prioridad es crear empleo

Hollande acabó este martes un viaje de dos días a Dijon, en el centro del país, un desplazamiento que se enmarca dentro de una nueva estrategia de comunicación destinada a mejorar su imagen, ante la caída de su popularidad que registran todas las encuestas.

El presidente declaró que la prioridad de su Ejecutivo pasa por detener la destrucción del paro, para lo que cuenta con diversos dispositivos puestos en marcha para fomentar las contrataciones, en particular de jóvenes.

Hollande hizo un llamamiento a los empresarios a que se apoyen en estos dispositivos para contratar personal 'pese a las situación difícil que atraviesa la economía'.

El presidente francés dijo que lo peor de la crisis ha pasado y defendió su política que 'ha logrado más en diez meses que otros Gobiernos anteriores en diez años'.

'La crisis ha sido dura. Hablo ya en pasado, porque vamos a salir. Si llevamos a cabo la buena política en Europa y en Francia lograremos nuestros objetivos', subrayó el presidente, que pidió ser juzgado 'al final' de su mandato.

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