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Hombres armados toman un centro policial en Pakistán

Reuters

Varias personas se atrincheraron el lunes en un centro de formación de policía en la ciudad paquistaní de Lahore, después de irrumpir en el complejo y asesinar a unas 20 personas, entre ellas varios cadetes, según las primeras estimaciones.

El ministro del Interior, Rehman Malik, dijo que 52 policías habían resultado heridos en el ataque, pero no dio un número de fallecidos.

El gobernador de Punjab, Salman Taseer, señaló que las autoridades tenían datos de cuatro muertes confirmadas, aunque los canales de televisión elevaban ese número a 20.

Tropas paramilitares y del ejército organizaron un asedio al centro, disparando desde los tejados de los edificios cercanos, mientras los atacantes devolvían el fuego con pistolas y lanzaban granadas para mantener alejadas a las fuerzas de seguridad.

"Nuestro escuadrón de élite ha rodeado la zona. Dios mediante, ahora entraremos en el edificio", dijo Mushtaq Sujera, un alto mando policial, a los periodistas desplazados hasta el lugar.

"He contado 12 cuerpos, pero no sé exactamente cuántos han sido asesinados", dijo Mohamad Raza, otro agente de policía.

El gobernador Taseer explicó que el ataque era obra de hasta 10 hombres armados, aunque un policía herido dijo al canal Geo News que había hasta 20 milicianos en el complejo. No estaba claro si habían tomado a algún policía como rehén.

El asalto se produjo menos de un mes después de que una docena de personas armadas atacara en esta ciudad al equipo de cricket de Sri Lanka, matando a seis policías y un conductor de autobús. Los responsables escaparon.

Las instalaciones atacadas se encuentran a las afueras de Lahore, en la carretera a la cercana frontera con India.

"Es una continuación de la serie de ataques cometidos por los terroristas", dijo Taseer a los periodistas, añadiendo que se había declarado un toque de queda en la zona.

Inevitablemente, este ataque aumentará los temores por la creciente inseguridad en Pakistán, un país que cuenta con armas nucleares.

Los islamistas han lanzado una campaña de violencia para desestabilizar este estado, de 170 millones de personas y mayoría musulmana, y la capacidad del Gobierno, que lleva un año en el cargo, para afrontar el reto.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo del apoyo al Gobierno del presidente Asif Ali Zardari, una pieza central de su revisión de la política estadounidense hacia Afganistán y Pakistán anunciada el viernes, y que supuso la supresión de Al Qaeda como su principal objetivo.

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